martes, 9 de febrero de 2010

Obama llega a Bushwick... tras los buitres..


Eva Sanchis/EDLP
Nueva York — La ecuatoriana María Jacome atribuye al presidente y a la Virgen haber salvado su hogar en el 890 de la avenida Bushwick.
“Estoy bendecida por Dios y por el presidente Obama porque sin su ayuda no hubiera podido salir de esta situa ción”, asegura Jacome, quien el año pasado estuvo a punto de perder la casa en la que ha vivido su familia desde 1985 al no poder hacer frente a los pagos.
Jacome, de 68 años, rezó durante meses por una intercesión de la Virgen. El milagro llegó en marzo, cuando el presidente Barack Obama anunció un plan de $75,000 millones para que los bancos alivien las hipotecas de unos cuatro millones de propietarios en apu ros.
“Cuando oí en las noticias que Mr. Obama iba a ayudar a los dueños de casa, pensé: ¡Esta es mi oportunidad!”, recuerda Jacome.
Sin embargo, pronto se encontró con un obstáculo añadido: una corredora de propiedades la llamó para ofrecerle ayu da con la modificación a cambio de $4,500. Otra persona, que trabaja para un prestamista en Bushwick, le hizo una oferta similar.
“Si no tenía $2,800 para pagar la hipoteca, ¿de dónde iba a sacar los $5,000?”, asegura Jacome, quien afor tunadamente logró encontrar a un con sejero de vivienda que la ayudó gra tuitamente con el papeleo. En la ac tualidad, hay docenas de consejeros cer tificados que ofrecen ayuda legítima y sin costo alguno a los propietarios de la ciudad. Aquellas personas que pagan miles de dólares por esta ayuda suelen ser víctimas de engaños, según los ex pertos.
“Las compañías de modificación de hipotecas que se aprovechan de los pro pietarios desesperados y piden grandes sumas de dinero por adelantado rara mente son legítimas: generalmente no hacen nada por la gente a la que le cobran dinero”, asegura Mike Mastman, un consejero de vivienda de Grow Broo klyn, una organización sin fines de lucro afiliada a la Cooperativa de Brooklyn.
En este barrio de Brooklyn, donde los embargos son epidemia, los oportunis tas están haciendo su agosto. Muchos ofrecen ayuda de los planes de rescate de hipotecas del presidente Obama a cambio de miles de dólares, y cuando reciben el dinero se esfuman.
“Los estafadores prometen asisten cia del ‘Plan de Obama’, y usan todas las frases atractivas que se repiten en las noticias para promocionarse. Y la gente confía en ellos porque confía en el go bierno federal”, asegura Mastman.
Eduardo Torres, un consejero de vi vienda de Flatbush Development Cor poration, explica que algunos de sus clientes han llegado a pagar hasta $7,500 a estos estafadores.
“La información del gobierno está ahí, pero ellos usan el mismo idioma del gobierno, sus mismas palabras, para confundir a la gente”, asegura el con sejero Tadelloj Johnson, del Center for NYC Neighborhoods (CNYCN), una aso ciación que apoya y coordina los es fuerzos de más de dos decenas de or ganizaciones de la ciudad que asesoran gratuitamente a los propietarios. “Ellos actúan como si fueran del gobierno fe deral y hasta ponen logos de las agencias del gobierno federal en sus folletos”, apunta.
Cartas esconden fraudes
Entre los que cayeron víctimas de estos fraudes se encuentran los Ortiz, vecinos de los Jacome.
En mayo pasado, cuando llevaban dos meses atrasados en su hipoteca, los Ortiz recibieron una carta de la llamada “Alliance Mortgage Modification Agen cy” que supuestamente contenía infor mación sobre “el estímulo contra em bargos”. Esta asociación les ofrecía ayu da para modificar su hipoteca a cambio de $2,000: les prometía bajar el interés de su hipoteca (de 6.1%) hasta intereses tan bajos como el 1% y hablar con sus prestamistas para que no pagasen du rante seis meses.
“Me dijeron que en seis semanas vería la diferencia”, asegura Ramona Ortiz, cuya familia ha vivido en la mis ma casa de la Avenida Bushwick du rante casi 40 años. “Sabes que es im posible, pero cuando estás desesperado todo te parece posible”, apunta.
Ortiz no descubrió la estafa hasta que recibió una carta de su banco recla mando un pago atrasado de cinco meses. Para entonces, ya había comenzado un proceso de embargo contra su propiedad (en el estado de Nueva York este proceso comienza cuando una propietario se atrasa tres meses consecutivos).
La asociación que estafó a los Ortiz usaba varios nombres y una dirección ficticia en Washington D.C., y tiene casi 60 quejas contra ella en el Better Bu siness Bureau.
Cuando Ortiz llamó a la compañía y se quejó, le enviaron de vuelta los do cumentos que ella les había enviado, con una serie de instrucciones, para que los mandase a su banco.
“Me dijeron que luchara contra el embargo: ‘Te hemos preparado para lu char, ahora es tu turno’”, recuerda que le dijeron.
Durante los últimos dos años, el fiscal federal del Distrito Este, que cubre Brooklyn, y la Fiscalía de Brooklyn, han destinado recursos específicos para lu char contra el fraude de hipotecas, y han investigado decenas de casos. El Fiscal de Nueva York ha investigado también a empresas en la denominada industria “de rescate de hipotecas” y en agosto pasado demandó a la compañía Ame rimod por supuestamente haber esta fado a miles de propietarios, muchos de ellos hispano-ha blantes, a los que ofrecía solo contratos en español.
Estafas de todo tipo
“Las estafas son tan varia das como lo permite el ingenio; justo cuando pensamos que ya las hemos visto todas, aparece una nueva”, asegura Richard Farrell, jefe de la nueva unidad encargada de combatir el frau de inmobiliario en la Fiscalía de Brooklyn.
“Aún hay gente falsificando escrituras y poderes notariales, ven diendo edificios a impostores que se hacen pasar por compradores”, asegura Farrell. “Todo lo que puede ser falsi ficado es falsificado: documentos W-2, extractos del banco, cualquier cosa que se pueda imaginar”, subraya.
En Bushwick, donde desde el 2006 hasta la actualidad se iniciaron más de 1,598 procesos de embargo, proliferan también los anuncios de “stop foreclo sure” (detener un embargo) puestos por los estafadores, quienes también dejan cartas o tarjetas en los buzones de sus potenciales víctimas.
Herman de Jesús, un portavoz de NEDAP, una organización que lucha contra las actividades financieras discriminatarias, asegura que es fácil encontrar a estas víctimas porque la in formación sobre los atrasos en las hipotecas es pública.
“Tú puedes pagar a una compañía especializada para que te saque una lista de pro pietarios que se encuentran atrasados o, si tú mismo sabes la dirección de la casa que te interesa, puedes encontrar es ta información en las bases de datos de la ciudad de Nueva York”, explica De Jesús.
Las autoridades también recomien dan desconfiar de anuncios frecuentes en Bushwick que ofrecen “cash 4 house” (dinero en efectivo por la casa). Un frau de común consiste en comprar una pro piedad por menos de lo que vale y revenderla poco después con un valor inflado, usando generalmente a una per sona que posa como comprador y usa papeles falsos, según las autoridades. Los estafadores obtienen un nuevo prés tamo que no pagan.
Jacome dice que ha recibido decenas de cartas ofreciéndole dinero en efectivo por su casa. En una ocasión, un hombre le dijo que le daba $100,000, pero ella rechazó la oferta porque antes del co lapso inmobiliario su vivienda de dos pisos llegó a estar valorada en $650,000, y en ella aún vive ella, una hija y una nieta.
“Me ofreció $100,000 por la casa, y yo le sonreí nada más y le dije: ‘No, gracias, mi casa no está a la venta’ ¡Imagínese, $100,000!”, exclama Jacome.
Ayuda de Obama no llega
La concejal del área, Diana Reyna, dice que en los años 70 y 80, durante las décadas de pobreza y crimen que si guieron al apagón de 1977, los propie tarios del área también fueron acosa dos.
“Mis padres pasaron por lo mismo”, asegura Reyna. “Muchos propietarios tuvieron que poner carteles en las vi viendas de ‘no se vende’ para que los dejaran en paz”, subraya.
Mike Hickey, director ejecutivo del CNYCN, explica que los estafadores se aprovechan de que las organizaciones que asesoran gratuitamente a los pro pietarios se encuentran desbordadas.
“Es pura matemática: este año hubo unos 20,000 procesos de embargos en Nueva York, mientras que sólo tenemos capacidad para atender a 6,000”, afirma Hickey.
Hickey dice que otro problema son los modestos resultados que ha arrojado el plan de modificación de hipotecas anunciado por Obama. El CNYCN es tima que de las 1,800 peticiones que han sometido para modificar las hipotecas de propietarios de la ciudad, sólo una cuarta parte han sido aceptadas para comenzar un periodo de prueba que dura varios meses antes de que la mo dificación sea definitiva.
“Las expectativas del programa están defraudando la esperanzas de muchí simos propietarios”, afirma Hickey.
De Jesús, de NEDAP, asegura que grupos como el suyo se sienten im potentes al no poder competir con los estafadores.
“Por cada propietario que logramos asesorar, hay diez que son estafados”, afirma.
eva.sanchis@eldiariony.com
* Esta serie fue posible gracias a una beca de New America Media.

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