AUSTIN, (EE.UU.), (EFE).- El cantante español Miguel Bosé, que
repasa este 2017 sus 40 años de carrera, lamentó que el republicano
Donald Trump haya convertido la Presidencia de EE.UU. en un "show"
continuo dentro de un mundo que "ha perdido definitivamente los
estribos".
En una entrevista telefónica con Efe con motivo de su gira por
Estados Unidos, el artista denunció que "la locura" del mundo está
provocando una situación humanitaria planetaria que ya es
"irreversible".
Y citó los muros que se levantan para separar países, las cárceles
que se construyen para los gais (como ocurre en Chechenia) o el
exterminio de especies animales como algunos de los problemas más graves
que contribuyen a ese caos humanitario.
"Esta etapa no se va a poder parar a menos que haya un activismo
social radical y absolutamente globalizado que luche por los intereses
del pueblo y la sociedad, no por cuestiones económicas de la élite
mundial", aseveró el artista, nacido en Panamá y con cuatro
nacionalidades -panameña, española, italiana y colombiana-.
Él se muestra muy comprometido como ciudadano con notoriedad pública y
considera que debe dar ejemplo luchando por estas injusticias a través
de varias fundaciones.
Entre los asuntos por lo que trabaja el cantante en estas fundaciones
está la lucha contra el sida, el analfabetismo en comunidades indígenas
mediante la construcción de escuelas en México, o la defensa de
especies en peligro de extinción.
Problemas que saca a relucir siempre que puede en sus entrevistas en
el marco de sus giras, como la de "Estaré, que es la que le ha llevado a
Estados Unidos para dar próximamente conciertos en más de una decena de
ciudades, entre las que destacan Houston, Chicago, Dallas, Miami o Las
Vegas.
Porque en su opinión, una de las claves de su éxito es ser capaz de
transmitir pasión en todo lo que hace, ya sea en su faceta como
activista o encima del escenario.
"Lo primero que van a aprender mis hijos (Bosé es padre de cuatro
niños) de mí va a ser hacer todas las cosas con pasión", explicó el
cantante, que señaló además que le resulta "muy estimulante" tener la
capacidad de comunicar a nivel emocional, una cualidad que dijo está en
su ADN.
Esa capacidad la vuelca ahora en su nuevo espectáculo en vivo,
"Estaré", en el que repasa toda su trayectoria artística desde su primer
éxito, "Linda", publicado en 1977 y con el que comenzó a ser alguien
más aparte del hijo del torero Luis Miguel Dominguín y de la actriz
italiana Lucia Bosé.
Comenzó con esta gira en marzo en Zapopan (México), donde actuó dos
días consecutivos, para pasar luego por Texacoco y Querétaro antes de
cruzar la frontera para iniciar la etapa estadounidense en Modesto
(California).
Tres citas en California antes de un salto a San Juan de Puerto Rico
-donde actúa hoy- y Santo Domingo, desde donde regresará a EE.UU.,
concretamente a Miami, donde está anunciado para el seis de mayo.
Colombia, Argentina y Chile formarán su etapa suramericana y a partir
de finales de junio se centrará en la etapa española de una gira en la
que está presentando su más reciente álbum "Bosé: MTV Unplugged", que
incluye temas míticos como "Nena", "Bambú" o "Amante Bandido", además de
algunas canciones nuevas, como la bachata "Dime qué diré", compuesta
por Juan Luis Guerra.
Un disco en el que ha contado además con la colaboración de artistas
como Pablo Alborán, Marco Antonio Solís, Fonseca, Juanes o Ximena
Sariñana.
Este último trabajo, lanzado en octubre del año pasado, fue un reto
para él, ya que tuvo que traducir sus conocidos sonidos creados en
ordenador a sonidos acústicos, una experiencia en la que cambió las
estructuras de sus canciones y la tonalidad de su voz para conseguir un
resultado óptimo.
Un trabajo que no será el último, como el cantante aseguró
recientemente en Miami en un encuentro con el público durante la
Conferencia Billboard de la Música Latina. "Va a haber Bosé para mucho
tiempo y Miguel para más", afirmó a sus 61 años y con 40 sobre los
escenarios.
Por Alex Segura Lozano/Elnuevodiario.com
CARACAS.
Nicolás Maduro movió ayer varias piezas para intentar aplacar las
protestas de las últimas tres semanas en Venezuela al anunciar que
quiere diálogo y que se celebren las elecciones de gobernadores que
debieron realizarse el año pasado, mientras el antichavismo insiste en
su agenda de calle.
El presidente venezolano, sin embargo,
manifestó su voluntad democrática en un discurso amenazante en el que
advirtió a sus oponentes que dará “pasos firmes en las próximas horas
para que se de un desencadenante histórico que permita recuperar la paz”
y amenazó a diputados opositores con llevarlos al cárcel.
Maduro
insistió en que la oposición ha convocado a marchas en contra de su
Gobierno en las últimas tres semanas para “quemar” el centro de Caracas y
“quemar al país” entero para derrocarlo.
Insistió en que tiene
pruebas de que hay dirigentes opositores que le pagan a supuestos
manifestantes para realizar acciones de violencia como las registradas
el jueves pasado en la parroquia popular El Valle donde en medio de
saqueos resultaron muertas 12 personas.
“Esos muchachos fueron
llevados allí por una derecha descocada que pretende asaltar el poder,
esos son muertos que hay que cobrárselos a la derecha descocada,
irracional y violenta, me duele la muerte de esos muchachos pero fueron
llevados, les pagaron una tarifa”, dijo.
Advirtió que tiene “un
poder” y lo va a usar, aunque no dio detalles sobre ello y acusó a los
dirigentes opositores de ser ellos quienes supuestamente no quieren
elecciones porque “la gente les dio la espalda” en el proceso de
legalización de partidos.
Insistió, sin embargo, en que quiere
votaciones regionales y diálogo, un proceso que fue suspendido el año
pasado tras un poco más de un mes de conversaciones que acompañaron el
Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que hizo
presencia con tres exgobernantes.
“El diálogo es el salvavidas de ustedes (...) un diálogo a tiempo, para que después no se quejen”, advirtió.
En
esta línea de ideas pidió al papa Francisco que “siga acompañando” ese
dialogo que suspendió después de que la oposición acusara al Gobierno de
incumplir acuerdos, una queja que recibió el respaldo del secretario de
Estado del Vaticano, Pietro Parolín, a través de una carta que envió a
las partes dialogantes.
“Hay una conspiración allá en Roma contra
el diálogo en Venezuela”, dijo Maduro al tiempo que agradeció a los
expresidentes de Panamá, Martín Torrijos, de República Dominicana,
Leonel Fernández y al exjefe de Gobierno de España, José Luis Rodríguez
Zapatero por haber acompañado estas conversaciones.
“A los
expresidentes les agradezco todo el esfuerzo por el diálogo y los invito
a que vengan a Venezuela ya que quiero conversar con los tres”, dijo.
Desde
la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reiteró la
convocatoria a manifestar este lunes con una caminata que partirá desde
varios puntos del país y que terminará en un “plantón” que, en el caso
de la capital, se realizará en el este de Caracas.
El diputado
Richard Blanco dijo que esta actividad se realiza para continuar con la
agenda de protestas contra el Gobierno y convocó a todos los que quieren
“salir de esta pesadilla que significa tener un presidente que le ha
quedado grande la conducción de los destinos de Venezuela”.
Lilian
Tintori, esposa del dirigente opositor preso Leopoldo López, dijo que
junto a su suegra, Antonieta Mendoza, se une a este plantón desde ayer
mismo y desde las puertas de la cárcel militar de Ramo Verde donde se
encuentra preso su marido desde hace más de tres años.
La
opositora hizo el anuncio al denunciar que López tiene un mes aislado y
que se le prohibió la visita familiar y la de sus abogados y que no se
moverá del lugar hasta que no le permitan ver al padre de sus dos hijos.
En
este sentido, responsabilizó a Maduro, al dirigente chavista Diosdado
Cabello y al defensor del Pueblo, Tarek William Saab, de lo que le pueda
pasar a su esposo.
Los anuncios oficialistas y opositores se
producen a tres semanas de protestas en las que se piden la restitución
del “hilo constitucional”, elecciones que permitan un cambio de
gobierno, liberación de políticos presos y apertura de un canal para que
al país ingresen medicinas y alimentos.
En el marco de estas
manifestaciones han fallecido 22 personas, entre las que se cuentan doce
muertos en medio de saqueos en el oeste de Caracas, además de cientos
de heridos y casi 800 detenidos según la ONG Foro Penal Venezolano.
Nélida Fernández/Diariolibre.com/EFE