WASHINGTON/EFE.- Bertita Z. Cáceres, hija de la activista hondureña
asesinada Berta Cáceres, pidió en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) un grupo independiente que investigue la muerte de su
madre por su "desconfianza" ante la "total ineficiencia" de las
instituciones de su país.
"El Estado no nos dio ninguna respuesta, vuelve a reiterar su actitud
de desentenderse nuevamente de nuestras peticiones a pesar de que la
misma comisión ha manifestado su disposición a participar en la
asistencia técnica de la investigación", dijo hoy la joven en un
encuentro con periodistas al término de una reunión en la CIDH.
Cáceres, de 25 años, defendió su solicitud en una sesión de trabajo
privada en la sede de la Comisión en la que participaron sus abogados,
los comisionados y, según su relato, "subalternos de la secretaría de
Seguridad, de la Procuradoría de la República y de la secretaría de
Gobernación y Justicia de Honduras".
Satisfecha con la disposición mostrada por la CIDH, la joven insta
ahora al Gobierno de Honduras a que solicite la creación de un grupo
independiente de investigación, a imagen del que impulsó la Comisión
para investigar la desaparición de los 43 estudiantes mexicanos de
Ayotzinapa.
La familia de Berta Cáceres pide esta investigación en el marco de
las medidas cautelares que les otorgó la CIDH el pasado 7 de marzo y
sobre el alcance de las cuales aún no han llegado a un acuerdo con el
Gobierno hondureño.
"No vamos a llegar a un acuerdo sobre las medidas cautelares hasta
que no haya voluntad política, hasta que no haya una comisión
independiente de investigación en el marco de las medidas", afirmó
Bertita Cáceres.
"Hasta que esa comisión no sea un hecho no vamos a hablar de lo que
el Estado suele ofrecer, que es escoltas policiales, además para una
familia muy numerosa y para una organización (Copinh) de 230
comunidades, que no sé cómo se puede brindar escoltas, patrullaje,
chalecos antibalas a una cantidad muy grande de personas", agregó.
En marzo, la CIDH también concedió medidas cautelares a los miembros
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
(Copinh), que cofundó Berta Cáceres, y al activista Gustavo Castro, que
la acompañaba cuando fue asesinada.
La hija de la líder indígena se reunió hoy también en Washington con
el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Luis Almagro, quien, según la joven, le dijo que pensaba que "la
comisión independiente era factible" y que no tenía "ningún
inconveniente en que la CIDH participara en el proceso de
investigación".
Poco después de este encuentro, el titular de la OEA anunció que la
misión del organismo contra la corrupción en Honduras (MACCHI) firmada
el pasado enero investigará si el asesinato de la líder indígena Berta
Cáceres tuvo que ver con corrupción política o económica, pero no
abordará la vertiente de derechos humanos.
El jefe de la misión (MACCHI), Juan Jiménez, viajará a Honduras la
semana que viene para estudiar junto a las autoridades del país "la
modalidad adecuada" de participación de su equipo en la investigación.
En una carta dirigida al ministerio de Exteriores hondureño, Almagro
precisa que "los asuntos de derechos humanos que se deriven de este caso
serán atendidos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH)".
La carta responde a la petición que hizo el Gobierno de Honduras vía
nota diplomática el 1 de abril para que se cree, en el marco de la
MACCHI, "una comisión Ad Hoc" para que proporcione "asesoramiento al
Ministerio Público en el proceso investigativo y acusatorio" del caso
del asesinato de Berta Cáceres.
De su conversación con Almagro, Bertita Cáceres extrajo que el
proceso de la MACCHI y el de la CIDH son completamente independientes,
algo que confirmó Almagro en un mensaje en Twitter.
"Aclaró que ellos no van a investigar el caso, ni se van a meter en
un tema que compete a la CIDH, solo lo abordarán si en un futuro se ve
que este crimen está relacionado con el tema de la corrupción, pero
participarán solo en los límites de la MACCIH", explicó la joven.
Su madre, que tuvo un gran impacto en la defensa del medioambiente
ante los intereses empresariales, fue asesinada el pasado 3 de marzo en
su casa en La Esperanza (Honduras), al parecer por dos hombres que
portaban armas de fuego, a pesar de tener medidas cautelares de la CIDH
desde 2009.......Fuente:Elnuevodiario.com
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