lunes, 19 de noviembre de 2018

“¿Y nosotros qué?: Desamparados en las calles exigen acciones con el invierno pidiendo pista.

El problema de los desamparados ha sido una de las principales “papas calientes” por las que la Administración De Blasio ha recibido sus mayores dardos. Y justo cuando el mercurio ya marcó esta semana menos de 32 grados, el frío intenso puso de nuevo sobre la mesa las críticas por la manera como la Ciudad ha manejado el asunto de las personas sin hogar. Pero más allá de los 63,000 desamparados que están refugiados actualmente en albergues, los señalamientos tienen que ver, no solo con la crisis que enfrentan esas familias, sino con miles de habitantes de la calle, como el colombiano Mauricio Hernández.
A sus 54 años y asegurando que la Ciudad ha dejado olvidados a quienes, como él, prefieren “aguantar frío y hambre” en aceras y trenes, por falta de “una visión eficiente para controlar el desamparo”, y porque los albergues no son una opción, el inmigrante exigió que no los hagan a un lado.
“Cada vez hay más gente sin casa en la ciudad más rica del mundo y lo peor es que es como si hicieran una discriminación dentro de los “homeless” porque todos hablan de la gente de los albergues pero ¿Y nosotros qué? A los que dormimos en las calles nos ignoran, es como si no existiéramos”, se quejó el inmigrante, quien desde agosto pasado prefirió abandonar el refugio en el que vivía por motivos de seguridad, tras ser agredido. “Esos sitios no tienen control, pero le exijo al Alcalde que nos ayude y no nos olvide de nosotros, y que no mientan más porque dicen que somos pocos los de las calles y hay montones por todas partes”.
Aunque no se sabe a ciencia cierta cuántos “homeless” viven en las calles, grupos de activistas aseguran que la cifra ha ido creciendo de manera tan abrumadora, que cada año más de 44,000 personas terminan durmiendo fuera de albergues expuestos a las inclemencias del aire libre.
Pero la Ciudad rechaza tales afirmaciones y asegura que ese dato no solo es erróneo sino que está bastante lejos de la cifra de desamparados que han contado en las calles, y que es del orden de los 3,675. Incluso defienden que ha habido una mejoría del 6 por ciento, comparando los datos con el año anterior y del 16 por ciento, al analizar las cifras del 2005, cuando se hizo un conteo formal de indigentes por primera vez.
Jeffrey Newman, presidente de la organización de voluntarios Together Helping Others, que junto a su pareja Jayson Conner, quien vivió en las calles en 2004, confirma que cada vez ve más historias desgarradoras en las aceras, por lo que desde hace una década decidió salir a ayudar. Aunque considera que urgen acciones más efectivas, esta semana, con el aumento del frío, repartió decenas de mochilas con comida, abrigo y elementos de aseo para tratar de poner un granito de arena.
“Esto les da un sentido de esperanza de que alguien se preocupe lo suficiente como para procurar estas cosas y dárselas”, dijo el voluntario, quien admitió que son muchos los rostros de latinos sin casa que le parten el corazón y que bajo el actual clima político muchas veces no buscan ayuda. “Nueva York tiene una gran población de inmigrantes indocumentados latinos. Es una población que está desatendida y con miedo. Así que a menudo viajamos por ahí dándoles mochilas y cosas que necesiten”, dijo Newman advirtiendo que el desamparo no está tan lejos de la vida de muchos, como se creen. “La verdad es que el 75% de los estadounidenses están a unos pocos cheques de pago, o una emergencia de salud, de quedarse sin hogar. Es muy frustrante”.
Paulette Soltani, coordinadora de campaña de vivienda de la organización VOCAL-NY denunció la falta de acciones por parte del gobierno municipal y estatal, y aseguró que mientras más personas terminan perdiendo sus hogares, urge que se creen soluciones duraderas y no simplemente paliativas.
“La elección para alguien sin hogar no debe ser entre un refugio o las calles. Hay claros caminos para salir de esta crisis, que requieren que el Gobernador Cuomo y el Alcalde De Blasio dediquen recursos adecuados para viviendas asequibles y de apoyo para los neoyorquinos sin hogar”, comentó la activista, quien aprovechó para criticar la manera como los gobernantes han optado por asignar $3,000 millones a un proyecto como la llegada de Amazon a Long Island City, en vez de invertir más para garantizar que “nadie tenga que dormir” en las calles.
“El invierno se acerca rápidamente, y con ello viene más peligro para las personas sin hogar que viven en las calles. El Gobernador Cuomo y el Alcalde De Blasio tienen el poder de cambiar esta realidad, pero en cambio, están eligiendo asociarse para llevar las oficinas centrales de Amazon a Queens, antes de cuidar a los residentes más vulnerables”, destacó Soltani.
Andrew Coamey, de la organización Housing Works SVP for Housing, afirmó que basta observar las calles y el metro de Nueva York para darse cuenta que el plan de lucha contra el desamparo de la Administración local está fallando y los desamparados están aumentado.
“Cada vez estamos viendo a más neoyorquinos en las estaciones del Subway, en los vagones y en las aceras usando esos espacios para dormir, y eso no tiene por qué ser así, cuando tenemos a un Alcalde que prometió acabar con el problema de los desamparados y lo único que ha hecho es llevar más y más gente a los albergues, lo que no es una solución verdadera”, dijo el activista.
El concejal Brad Lander, miembro del Comité de Derechos Humanos del Concejo Municipal reconoció que si sigue habiendo gente durmiendo en las calles es porque “no estamos haciendo las cosas bien” y aunque reconoció que la Ciudad ha hecho esfuerzos para que los desamparados no tengan que pasar la noche al aire libre, agregó que el problema está tomando dimensiones muy preocupantes.
“Sé que muchos desamparados prefieren no ir a los albergues porque muchos de ellos no son seguros, no se sienten cómodos, hay hechos de violencia y de drogas y sería necesario que se hiciera una revisión completa de todos esos sitios para garantizar mejores condiciones, pero creo que la manera de resolver el problema va más allá y es la necesidad de más viviendas y aumentar el trabajo de acercamiento con los habitantes de las calles”, dijo el líder político de Brooklyn.
Asimismo, la senadora electa Julia Salazar hizo un llamado al Gobernador y al Alcalde para que asuman el problema de los desamparados de las calles con mayor responsabilidad y destacó que en su condado sí se están viendo más personas sin hogar debido a desalojos y subidas en los precios de las rentas, lo que afecta en gran medida a familias hispanas.
“Cada vez están siendo arrojados a la calle más y más personas latinas y de color que no tienen recursos, por lo que exigimos planes reales de apoyo. Las calles no pueden seguir siendo los hogares de nuestra gente mientras las corporaciones de ricos siguen enriqueciéndose. Eso es penoso”, dijo la líder de Brookly.
Pero a pesar de las críticas y reclamos, la Administración De Blasio defiende la labor que ha hecho el Gobierno municipal para aliviar el desamparo y dan un parte positivo. Ellos destacan que con programas como “Cambiando la corriente” y “HOME-STAT”, que trabaja los 365 días del año 24 horas para ayudar a habitantes de calle, se ha logrado que unos 2,000 desamparados que vivían en las calles tengan techo permanente en albergues o programas de transición a hogares propios.
Asimismo advierten que aunque la problemática tomará años para que se resuelva, el número de desamparados se ha mantenido y sin los programas que se han adelantado, sus pronósticos revelan que la cifra de personas sin hogar no sería de 63,000 sino de 71,000.
“El desamparo no se produjo de la noche a la mañana y no se resolverá de la noche a la mañana, pero las estrategias integrales de nuestra Ciudad para transformar un sistema fortuito que se ha acumulado durante décadas, se están consolidando en la dirección correcta, y el censo de refugios se mantiene estable por primera vez en más de una década”, dijo Arianna Fishman, vocera de la Alcaldía, agregando que gracias a las labores de acercamiento de personal especializado en las calles, la Ciudad ya tiene información específica, con nombres propios, de más de 1,600 desamparados y más de 2,300 a quienes se les ha evaluado sus condiciones de vida y se les conecta con servicios.
La funcionaria agregó que contrario a los señalamientos de que la Ciudad se ha olvidado de quienes viven en las calles, la Administración De Blasio ha aumentado su inversión en programas de apoyo pasando de $44 Millones en el 2014 a más de $97.6 millones en el 2018, lo que significa un incremento del 119%.
“Seguimos empeñandos en nuestros esfuerzos por involucrar a las personas que experimentan la falta de vivienda en las calles, de manera proactiva, hasta que establezcamos la conexión que les ayudará a salir de las calles”, dijo Fishman.
La Administración estatal del gobernador Andrew Cuomo manifestó que están comprometidos para que se acabe el desamparo y mencionaron que desde la nueva sesión legislativa que comenzará en enero próximo trabajarán en la búsqueda de mayores soluciones a esa problemática.
“Esperamos con interés trabajar con la nueva legislatura para aprovechar el registro del Gobernador, combatir la falta de vivienda, avanzar en la protección de los inquilinos y fortalecer el sistema de renta regulada”, manifestó Hazel Crampton-Hays, vocera del gobernador Cuomo. “El Gobernador ha pasado toda su vida adulta luchando para aumentar el acceso a viviendas asequibles, terminar con la falta de vivienda y proteger los derechos de los neoyorquinos”.
Pero a pesar de las promesas de ayuda, habitantes de la calle como el peruano Juan, quien no quiso revelar su apellido mientras viajaba en el tren E con rumbo hacia Queens, acostado en dos sillas, se mostró escéptico con una pronta solución al desamparo.
“Ellos (las autoridades y mandatarios) hablan y hablan y no hacen nada. Si de verdad quisieran ayudar a uno, nos darían casas, pero seguro tienen un negocio con esos albergues y para ellos mejor que ese problema no se acabe”, dijo el inmigrante, quien aseguró que lleva ocho meses en la calle desde que perdió su trabajo por una herida fuerte en la pierna que le impide laborar. “Y uno sin papeles ni nada no le queda de otra que dormir acá, pero ya me gustaría verlos a ellos a ver si aguantan al menos una noche en la calle con este frío tan feo”.
Desamparados en cifras
  • 3,675 habitantes de calle hay actualmente según cifras de la Ciudad, 6% menos que el año anterior
  • 44,000 aseguran activistas pudiera ser el número real de personas que han tienen que vivir en las calles
  • 63,000 desamparados están refugiados actualmente en albergues
  • 71,000 desamparados habría actualmente sin los programas de ayuda de la Ciudad
  • 2,000 desamparados que vivían en las calles tienen techo permanente según la Ciudad, gracias a ese programa de acercamiento
  • $97.6 millones invirtió la Ciudad en el 2018 para ayudar a desamparados de las calles, 119% más que hace cuatro años
  • El programa “HOME-STAT”, que trabaja los 365 días del año 24 horas, ayuda a habitantes de calle a tener techo, pero solo lo hacen si ellos quieren ir de manera voluntaria
  • 40% aumentó el número de desamparados en NY pasando de 38,000 a más de 51,000 entre el 2011 y el 2014
  • 43,000 inspecciones a albergues asegura la Ciudad haber realizado desde 2016, con lo que dice se han reducido las fallas en un 86%
Dónde buscar refugio
  • Si alguien necesita albergue o conoce a alguien que esté en medio del frío puede llamar al 311 a pedir ayuda
  • Si alguien ve a personas en los trenes que necesiten techo, o desamparados interesados en albergues, pueden llamar al (212-533-5151)
  • La Ciudad aumenta la ayuda a desamparados en las calles cuando se emite el Código Azul con temperaturas por debajo de los 32 grados. Se dobla el número de funcionarios supervisando barrios de los cinco condados para ofrecer techo y servicios........Fuente:eldiariony.com/Por:Edwin Martinez

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