Por Ramón Mercedes/eldia.com.do
NUEVA YORK.– En medio de llantos y tristeza fue sepultada ayer en el cementerio Rosedale, en Linden-Nueva Jersey, la dominicana Carmen Iris Rodríguez, asesinada de 20 puñaladas la semana pasada en Queens por su expareja William Rivas, de 39 años.
La joven madre de 35 años fue velada en la funeraria Ortiz de Grand
Concourse con la calle 192, en El Bronx, y después de una misa de cuerpo
presente en la iglesia Nuestra Señora del Refugio, en el mismo condado,
fue trasladada a su última morada.
El quisqueyano había intentado estrangularla una semana antes de
asesinarla, pero la mujer no lo reportó a la policía porque no quería
verlo preso nuevamente, ya que estuvo en la cárcel durante cinco años
por apuñalar otra mujer en Pensilvania en un caso de violencia doméstica
y había sido liberado recientemente, según le había informado la
víctima a sus compañeras de trabajo.
La policía informó que Rivas tiene récord penal, un historial de abuso doméstico y estaba bajo probatoria en otro estado.
Los esposos estaban separados desde enero pasado, tenían unos 19 años
de relación, procreado dos hijos y él la trajo a Estados Unidos en el
2014 y desde ese tiempo la mujer laboraba en “Tu S’tilo Salon Spa”,
ubicado en la avenida 37 con la calle 93 en Jackson Heights, donde fue
asesinada el pasado miércoles en presencia de clientes.
Cuando la policía llegó al lugar encontró a Rivas encima de la
moribunda mujer abrazándola fuertemente. Agentes de la institución
tuvieron que emplearse a fondo y arrastrarlo varios pies para que la
soltara, como puede verse en un video.
Está acusado de homicidio, posesión de un arma y los fiscales han pedido cadena perpetua.
Su madre, Paula Moran, quien vino desde la República Dominicana,
visiblemente compungida, expresó “Aquí dejó la vida. Desde que llegó a
este país trabajó y luchó, incluso sin techo, porque a veces no tenía
para pagar la renta. El Señor se encargará de él”, dijo sobre el futuro
de Rivas.
La organización Violence Prevention Program ofrece ayuda y servicios a
víctimas y sobrevivientes de la violencia doméstica. Llamar al
1-800-664-5880 de forma confidencial para romper el silencio o para
conectar a una víctima con esta organización.
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