Hoy se celebra en el país y otras partes del mundo el Día de Corpus Christi,
festividad religiosa muy sonora, gracias a su importancia dentro del
catolicismo, pero desconocida en cuanto a su esencia por la generalidad
de los dominicanos que desarrollan su cotidianidad un tanto distante de
esta religión.
Leyenda. De ahí a que, algunas personas crean en
tradiciones populares sin tomar en cuenta que su pensamiento podría
estar errado. Durante muchos años se ha vinculado la celebración del
Corpus Christi con la leyenda de que un buey habló a su amo por no
respetar este día de recogimiento.
Cuenta la leyenda que un campesino haciendo caso omiso a esta
celebración cristiana salió a arar la tierra con su buey y que éste le
habló, reprochándole que ni siquiera ese día lo dejaba descansar.
Origen. La celebración del Corpus Christi fue
instituida por el propio Jesucristo la noche del Jueves Santo, mientras
se encontraba junto a los doce discípulos en la Última Cena.
Luego de ahí, en todo el mundo, se han producido varios milagros
eucarísticos, que han dado lugar a que este misterio sea celebrado por
la iglesia.
Uno de los más famosos se produjo en 1264 cuando un sacerdote que
celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo
real. Al momento de la Eucaristía vio salir de ella sangre de la que se
fue empapando en seguida el corporal.
La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 de
junio de 1264. Hoy se conservan los corporales donde se apoya el cáliz y
la patena.
El papa Urbano IV, movido por el prodigio y a petición de varios
obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la
iglesia por medio de la bula Transiturus del 8 de septiembre del
citado año.
Celebración. La Iglesia celebra la fiesta del Corpus
Christi, y revive el misterio del Jueves Santo a la luz de la
Resurrección. El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo presente en el pan y
el vino.
A semejanza del Jueves Santo se tendrá una procesión eucarística, con
la que la Iglesia repite el éxodo de Jesús del Cenáculo al Monte de los
Olivos.
La procesión del Jueves Santo acompaña a Jesús en su
soledad, hacia el vía crucis. La procesión del Corpus Christi, por el
contrario, responde simbólicamente al mandato del Resucitado: os
precedo en Galilea. Id hasta los confines del mundo, llevad el Evangelio
al mundo.
Con la Procesión, mostramos de forma visible nuestra fe en Jesús,
quien recorre con nosotros nuestras vías para que sean sus vías,
nuestros hogares........Fuente:Hoy.com.do
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