El colombiano Alex Cifuentes, testigo de la
Fiscalía en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en Nueva
York afirmó ayer que su entonces jefe ordenó el asesinato de al menos
dos personas, aunque ninguno de ellos fue ejecutado.
Asimismo, a preguntas de la fiscalía, Cifuentes detalló cómo buscaron
rutas alternas para llevar la droga a México desde Venezuela. “Joaquín
necesitaba una pista de aterrizaje en la República Dominicana para poder
hacer de trampolín para llegar a México desde Venezuela”, dijo, tras lo
cual se escuchó una conversación entre Guzmán Loera y Antonio, su
contacto en la República Dominicana. Antonio y otro dominicano que
identificó como “La serie” vendían droga para el Chapo en Nueva York,
tras haberlos conocido en la sierra a finales del 2007, donde habló con
ellos, en reuniones por separado, sobre cuánta droga podían vender en la
semana, el precio por kilo de la heroína blanca y de la coca.
Detalló que Guzmán Loera comenzó a traficar heroína, cocaína y
metanfetaminas a Canadá en 2008, que al principio “no era constante”,
sólo de cada 8 o 15 días, que antes pasaba por Los Ángeles y Phoenix en
EE.UU., antes de su destino final, negocio que según el testigo le
produjo “decenas de millones de dólares”.
Entre las personas a las que el Chapo quería matar, apuntó Cifuentes,
se encontraba Christian Rodríguez, el ingeniero de comunicaciones del
capo y de quien descubrió cooperaba con el Gobierno de Estados Unidos.
El testigo, preso en EE.UU. donde fue extraditado tras su arresto en
2013, indicó que descubrieron que Rodríguez, que por orden del Chapo
instaló un moderno sistema de comunicaciones que grababa numerosas
conversaciones, fue el responsable de la captura de su hermano Jorge
Cifuentes, que proveía droga al Chapo desde Colombia.
“¿El acusado le dijo a usted que matara a Christian?”, preguntó la
fiscal, que obtuvo un “sí” como respuesta de Cifuentes, que explicó que
no pudieron llevar a cabo el asesinato porque no tuvieron éxito
localizando al experto en comunicaciones, ya que no sabían su apellido y
tampoco consiguieron encontrarlo en Google ni Facebook.
Cifuentes continuará hoy en la silla de los testigos para ser interrogado por la defensa de Guzmán Loera.
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QUERÍA UNA PELÍCULA SOBRE SU VIDA
Durante varios años Joaquín “Chapo” Guzmán trabajó en planes para un
libro y una película sobre su vida que él mismo deseaba dirigir, contó
el lunes en su juicio en Nueva York su exmano derecha Alex Cifuentes,
que colabora con el gobierno estadounidense. El exjefe del cártel de
Sinaloa, que puede ser condenado a cadena perpetua si es hallado
culpable de traficar más de 155 toneladas de drogas a Estados Unidos,
trabajó desde fines de 2007 hasta por lo menos el arresto de Cifuentes
en noviembre de 2013 en un proyecto para filmar una película
autobiográfica. La idea fue de Angie, la primera esposa de Alex
Cifuentes, quien dijo al capo narco que él debía hacerla y embolsarse el
dinero.
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