martes, 15 de enero de 2019

Un altercado con la policía deja huella en el restaurante La Morada.

Yajaira Saavedra, de 30 años, fue retenida y custodiada por la policía del cuartel 40 de El Bronx el viernes por la tarde. Horas después fue puesta en libertad. Este lunes todavía no sabía por qué. No obstante, esta mexicana con estatus de Daca, tiene una teoría. “Estamos siendo intimidados”, explica por teléfono.
Saavedra es la hija de los fundadores de La Morada. Se trata de un sencillo restaurante mexicano en el sur de El Bronx tan apreciado por la crítica gastronómica como por la comunidad activista de la zona porque además de ofrecer casi incomparables moles a sus clientes, La Morada es también un centro de activismo.
Sus dueños son inmigrantes, activos miembros de una comunidad en la que se lucha contra la gentrificación y los derechos de las minorías. Este activismo es lo que Saavedra especula que dio lugar al altercado que acabó con ella esposada y retenida.
“Vinieron y me dijeron que cerrara el restaurante, no tenían orden ninguna por escrito pero me dijeron que tenían pistola y la identificación policial”, explica Saavedra. “Si no hacía lo que decían dijeron que iban a poner el restaurante patas arriba”. Esta mujer explica que les dijo que no tenían permiso y que se fueran. Su madre, Natalia Méndez, pidió a su otra hija que grabara lo que estaba ocurriendo y lo pusiera en la red.
Saavedra dice que estaba asustada pero aliviada de que al ser ‘dacamentada’ este altercado no termine con una deportación. Con todo, recuerda que no le leyeron sus derechos, simplemente la esposaron y la metieron en un carro negro. Su abogada, Rose Weber, tampoco sabe aún los motivos de esta actuación policial.
Desde la uniformada se explicaba a este diario que antes de incidente en el restaurante una oficial encubierta estaba trabajando en un caso relacionado con narcóticos y la persona que estaba con ella se puso agresiva y empezó a seguirla. La oficial se metió en La Morada buscando refugio y para evitar una confrontación física con su perseguidor.
De acuerdo con la policía, los trabajadores no querían a la oficial, que se identificó como tal, dentro e insistieron en que dejara el local. El hecho de que la filmaran creó, “preocupación por su seguridad”. En este departamento se admite que una mujer “fue puesta en custodia y liberada poco después”.
“Se sintió como eterno”, explica Yajaira sobre las casi tres horas que duró su custodia.
Méndez, de hecho, contó con buena parte de la comunidad que tanto la conoce para abogar por la libertad de su hija Yajaira. “Como madre estoy enojada, desconcertada e impotente. Son personas que se supone que están para protegernos”, lamenta Méndez, “no entiendo por qué vinieron”.
Weber dice que no estuvo presente en el altercado que terminó con el arresto pero que conociendo a la familia “si una mujer llega apurada a su local y pide protección creo que le habrían dado un café”. La abogada dice que había una actividad policial fuera del restaurante pero también dentro y que los policías se comportaron de una manera muy bizarra. Weber explica que no es algo que la sorprenda “dada las tensas relaciones entre NYPD y las comunidades de color”.

“Hasta el miedo me han quitado”

Natalia Méndez y su esposo abrieron La Morada en 2008 con los ahorros de muchos años de trabajo. Estos inmigrantes mexicanos han protestado las deportaciones y la hostilidad política que se vive contra personas como ellos. La familia también es muy activa en la lucha contra la gentrificación del barrio.
“Otros pequeños negocios sufren de campañas de intimidación pero no protestan, con nosotros se han equivocado”, explica Méndez, dando a entender que son luchadores.
“Dicen que me van a echar a ‘La Migra’, pero yo ya no tengo miedo. De tanto que me han hecho hasta el miedo me han quitado y ya necesito descansar. Ahora no tengo miedo sino mucho coraje”...........Fuente:eldiariony.com/Por:Ana B. Nieto

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