Washington, (EFE).- El presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, condenó la muerte de dos policías en Nueva
York tiroteados por un hombre que había advertido su intención de
actuar en respuesta a la muerte de varios afroamericanos a manos de las
fuerzas del orden.
"Dos hombres valientes no van a volver a casa con
sus seres queridos esta noche, y para eso, no hay ninguna
justificación", indicó en un comunicado el sábado por la noche tras
conocer el suceso.
El mandatario, que se encuentra de vacaciones en
Hawai, enfatizó que los oficiales que "protegen nuestras comunidades
arriesgando su propia seguridad por nosotros cada día, merecen nuestro
respeto y agradecimiento".
Obama urgió a los ciudadanos a "rechazar la
violencia y las palabras dañinas" y cambiarlas por "un diálogo
paciente", al tiempo que pidió solidaridad por la familia y amigos de
los fallecidos.
Los dos policías -Rafael Ramos y Wenjian Liu- se
encontraban en el interior de su vehículo en el cruce de las avenidas
Myrtle y Tompkins en el barrio de Bedford-Stuyvesent, en el distrito de
Brooklyn, cuando el hombre se acercó y abrió fuego.
El agresor,identificado como Ismaaiyl Brinsley, de
28 años, también murió poco después, tras huir de la escena y quitarse
la vida en una estación de metro cercana cuando era perseguido por la
Policía
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