Durante su intervención en la sesión ordinaria del
Consejo Permanente de la OEA, Almagro detalló los resultados del
informe sobre la misión de esa entidad que supervisó los resultados del
Plan Nacional de Regularización aplicado en República Dominicana y que
además visitó a Haití para recopilar más detalles sobre el tema
migratorio.
“Se reconoce que la República Dominicana tiene el
derecho, como país soberano, de establecer e implementar su propia
política migratoria”, expresó el alto dirigente de la OEA. “Las
autoridades de Haití reconocen este derecho a República Dominicana, sin
embargo, señalaron que cualquier traslado de personas debe llevarse a
cabo según los estándares internacionales previamente establecidos y
consensuados”, agregó.
Advirtió, sin embargo, que existen personas en
riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida, esto pese a
admitir los esfuerzos realizados por el Gobierno dominicano en la
implementación de una política migratoria.
A continuación el texto íntegro del informe de la OEA:
Antecedentes
Como es de conocimiento del Consejo Permanente,
una misión técnica, encabezada por el Secretario de Asuntos Políticos,
Francisco Guerrero y acompañada por Gabriel Bidegain, Asesor Especial de
la OEA, y constituida por seis funcionarios más de la Secretaría
General de la OEA visitó la República Dominicana y Haití del día jueves 9
de julio hasta el martes, 14 del mismo mes, con el fin de conocer la
situación de la zona de frontera entre los dos países.
La misión tuvo cuatro objetivos específicos incluyendo:
Recabar información sobre el movimiento de personas desde la República Dominicana a Haití.
Escuchar los puntos de vista de los actores
gubernamentales y no-gubernamentales, tanto de la República Dominicana
como de Haití sobre este movimiento de personas.
Recabar información existente sobre el número de personas y su situación migratoria.
Presentar un informe al Secretario General que
contiene observaciones y recomendaciones sobre el apoyo que podría
brindar la Organización de los Estados Americanos.
La misión ha finalizado con la redacción de un
informe que incluye una crónica exhaustiva de los puntos de vista de los
actores de ambos países así como, observaciones de carácter general y
recomendaciones sobre el papel de la OEA en caso que los gobiernos de la
República Dominicana y Haití así lo requieran.
Actividades de la Misión
Quiero agradecer a ambos gobiernos por facilitar
el éxito de la misión. En los dos países, los miembros de la delegación
tuvieron acceso a todos los actores claves, incluyendo funcionarios
gubernamentales, miembros de la sociedad civil organizada y
representantes de los medios de comunicación.
Asimismo, quiero destacar en la República
Dominicana la acogida del Ministro de Relaciones Exteriores, Andrés
Navarro, el Embajador Pedro Verges y el Ministro del Interior y Policía,
José Ramón Fadul, así como varios vice ministros y asesores
involucrados en este importante tema. En una reunión separada, la Misión
tuvo la oportunidad de hablar con el Presidente de la Junta Central
Electoral, Roberto Rosario Márquez así como su Secretario General y la
Directora Nacional del Registro Civil.
En Haití, la delegación tuvo una reunión
fructífera con el Señor Presidente Michel Joseph Martelly, el Primer
Ministro, Evans Paul, el Ministro de Relaciones Exteriores, Lener
Renauld, junto a ocho ministros más del gabinete. El embajador Bocchit
Edmond también estuvo presente en esta reunión.
Además de las reuniones mencionadas, la Misión
visitó dos de los cinco centros de acogida en la República Dominicana,
una de las tres oficinas del Programme d'Identification et de
Documentation des Immigrants Haïtiens -- “PIDIH” -- del gobierno
haitiano y la zona fronteriza en Anse-à-Pîtres en Haití para conocer de
primera mano, las acciones llevadas a cabo por ambos gobiernos y la
situación de las personas afectadas por la situación migratoria.
Observaciones
En este sentido, la misión presentó las siguientes observaciones:
Se reconoce que la República Dominicana tiene el
derecho, como país soberano, de establecer e implementar su propia
política migratoria.
Las autoridades de Haití reconocen este derecho a
República Dominicana, sin embargo, señalaron que cualquier traslado de
personas debe llevarse a cabo según los estándares internacionales
previamente establecidos y consensuados.
De acuerdo a lo expresado por las dos partes,
existe disposición de los países reanudar, bajo ciertas condiciones, el
diálogo mutuo y establecer mecanismos de resolución de disputas en las
temáticas migratorias en el corto, mediano y largo plazo.
El sector privado, la sociedad civil y la
comunidad internacional en ambos países, reafirman la necesidad de
ayudar en la construcción de consensos y de soluciones, tomando en
consideración los intereses de los ciudadanos de la isla.
Reconoce que existen personas en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida.
Reconoce los esfuerzos realizados por el Gobierno
de la República Dominicana en la implementación de una política
migratoria, en virtud de la cual se han producido movimientos de
personas más allá de las fronteras.
Existen avances en la identificación de personas
en ambos lados de la frontera que deben profundizarse y ampliarse con un
sentido de inclusión.
A pesar de la buena disposición, las directrices
de las autoridades nacionales no se aplican de la misma manera a nivel
local y se retrasan por razones técnicas o administrativas.
Reconoce la existencia de desplazamientos de poblaciones que sobreviven en condiciones precarias.
Existen diferentes cifras sobre el número de
personas que han cruzado la frontera, sin embargo es difícil confirmar
estas cifras en este momento.
Recomendaciones
Tomando en cuenta estas observaciones, la Misión recomienda:
Facilitar el dialogo entre ambos países. Se
recomienda que se organice un encuentro entre los dos países en el lugar
más apropiado y aceptado por ambas partes.
Que la OEA facilite el diálogo con ambos países, con el fin de encontrar vías de solución a las dificultades presentes.
Establecer un mecanismo de entendimiento, en el
marco de los estándares internacionales, que permita el traslado de
personas entre ambos países.
Utilizar los buenos oficios de la OEA para
fortalecer los procesos de registro en curso, en particular en el apoyo
al Programme d'Identification et de Documentation des Immigrants
Haïtiens a través del Programa de la Universalización de la Identidad
Civil de las Americas ---“PUICA”--- de la OEA.
Solicitar a las autoridades nacionales y a la
comunidad internacional buscar mecanismos para ayudar a las personas
desplazadas, en particular los más vulnerables.
Con eso concluyo mi informe y nuevamente agradezco
a las autoridades de República Dominicana y de la República de Haití,
así como a todas las personas de ambos países que tomaron tiempo de su
agenda para recibir a los miembros de la misión técnica de la OEA.
POR SAMUEL GUZMÁN/Elnuevodiario.com