CARACAS, Venezuela/AP.— El mandatario encargado y
candidato oficialista Nicolás Maduro aseguró que si pierde el domingo
las elecciones presidenciales de Venezuela aceptará los resultados,
mientras la oposición hizo sus últimos llamados a los ciudadanos para no
perder la oportunidad de salir a votar.
"Si pierdo, con la misma humildad y con los valores de (Hugo)
Chávez, acataré", dijo Maduro durante una reunión con representantes de
organizaciones internacionales que asisten para presenciar los comicios.
Esta es la primera ocasión desde que comenzó la campaña
presidencial para suceder al fallecido mandatario Chávez que el
oficialista se refiere de manera directa a la posibilidad de perder,
aunque de inmediato agregó que tenía "un pálpito muy positivo" sobre el
resultado de las elecciones.
Designado sucesor político por el propio Chávez antes de morir,
Maduro llega a la contienda a la cabeza de las preferencias, aunque con
márgenes más reducidos que hace un mes cuando registró su candidatura.
En la isla de Margarita, al este venezolano, el candidato opositor
Capriles visitó el santuario del Virgen del Valle y dijo a reporteros
que fue a pedirle "a la virgen mucha luz... y pedir que nos dé toda la
buena energía".
"Que nadie se quede sin votar...y mucha oración en estas horas,
mucha oración, para pedirle a Dios que nos dé a todos la sabiduría para
conducir a este país hacia un mejor destino", dijo Capriles, un devoto
católico y quien ha acusado a Maduro de valerse de los recursos del
Estado a su favor.
En medio de la veda electoral que prohíbe hacer proselitismo previo
a los comicios, tanto el presidente encargado como la oposición han
llamado a todos los venezolanos a salir masivamente a las urnas. Pero a
diferencia de Capriles, cuyas palabras no fueron transmitidas, las
actividades de Maduro han sido reproducidas por la estatal Venezolana de
Televisión (VTV).
"Y que gane el que tenga que ganar", dijo Maduro durante un
encuentro con ex presidentes y enviados de grupos como la Organización
de Estados Americanos, entre ellos el ex gobernador de Nuevo México,
Bill Richardson.
Más tarde, el presidente encargado tuvo una segunda aparición
pública, también transmitida en parte por la televisión estatal, en la
que encabezó una ceremonia conmemorativa del día de las "milicias", un
cuerpo de unos 125.000 ciudadanos, que está al servicio de las fuerzas
armadas.
Con presencia de unos 1.200 milicianos, el acto se realizó en el
patio central del antiguo cuartel militar donde reposan los restos de
Chávez.
"¡Chávez vive!", grito un miliciano. "La lucha sigue", le respondió
Maduro en una ceremonia en la que se repitió en varias ocasiones el
mismo ritual.
Las milicias tienen menor poder de fuego y nivel de instrucción que
las fuerzas armadas regulares. Unos 30.000 milicianos tienen "capacidad
de ser considerados combatientes", según la organización no
gubernamental Control Ciudadano.
La oposición ha denunciado violaciones a la veda electoral porque la televisora estatal divulga los actos oficiales de Maduro.
Venezuela entró el sábado en la cuenta regresiva para la elección
del nuevo presidente que guiará su destino en los próximos seis años en
medio de dificultades económicas y un clima de polarización social sin
precedentes.
La elección será la tercera para este país petrolero en seis meses
luego de concurrir a las urnas en octubre, cuando votó por la tercera
reelección de Chávez, y en diciembre para escoger a los gobernadores de
sus 23 estados.
Pero con el fallecimiento de Chávez el 5 de marzo el mecanismo
electoral entró de nuevo en movimiento, esta vez con dos contrincantes,
el oficialista y designado por Chávez como su sucesor, Maduro, y el
dirigente opositor Capriles.
Se espera que el domingo a partir de las 6 de la mañana (1030 GMT)
unos 18,8 millones de venezolanos concurran a los centros electorales.
"Nosotros hemos dejado el pellejo por nuestra patria", dijo en
rueda de prensa Carlos Ocariz, director nacional del comando de campaña
de Capriles. "Ahora le pedimos a usted que también ponga su grano de
arena".
En vísperas de una jornada en que la oposición apuesta a derrotar
por primera vez en comicios presidenciales al chavismo, el también
alcalde del municipio capitalino de Sucre llamó a la gente a salir a
sufragar con entusiasmo.
"El voto es absolutamente secreto", dijo Ocariz, quien anunció que
la oposición ha registrado a casi 120.000 testigos ciudadanos que
estarán distribuidos en las más de 39.000 mesas de votación en todo el
país. "Solamente Dios... y usted, sabe por quién votó", añadió.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, ha
dicho que esperan tener los resultados unas tres horas después del
cierre de los puntos de votación, previsto para las 6 de la tarde (2230
GMT). Pero por normas venezolanas, tal horario se puede extender si en
un centro electoral hay aún votantes en la fila para sufragar.
Algunos de los ex presidentes latinoamericanos que asisten como "acompañantes" dieron sus impresiones.
"Yo no soy un experto en sistemas de tecnologías, (pero) lo que yo
vi es un sistema muy seguro, es un sistema de que si en algún momento
alguna maquina llegara a tener un problema, se hace el conteo manual.
Honestamente no veo ningún riesgo de un fraude o de un engaño al pueblo
venezolano", dijo el ex mandatario guatemalteco, Alvaro Colom, según
declaraciones divulgadas por la televisión estatal.
"Este es un certamen electoral se da en condiciones muy
peculiares", dijo el ex presidente dominicano Leonel Fernández en
relación al fallecimiento de Chávez.
"Sin embargo, debo decir que, al llegar aquí, en lugar un ambiente
de crispación o un ambiente de tensión, lo que siento es un ambiente de
alegría, un ambiente festivo que anuncia participación masiva del
electorado venezolano", añadió.
La autoridad electoral ha restringido en los últimos años la
actuación de organizaciones e invitados extranjeros a la condición de
"acompañantes internacionales" que deben entregar al Consejo Nacional
Electoral informes escritos confidenciales luego de finalizado el
proceso.
Esos informes, sin embargo, no tienen efectos jurídicos ni carácter vinculante para el consejo electoral.
Cualquiera que sea el resultado los militares los respetarán,
indicó el general Wilmer Barrientos, jefe del llamado "Plan República",
el despliegue de uniformados que custodian las mesas y el material
electoral.
"Seremos respetuosos de los resultados que ese día arrojen las
urnas electorales", dijo Barrientos en una entrevista con la televisora
Venevisión.
Horas después, en declaraciones a periodistas, el general dijo que
los comandantes de las distintas regiones del país le habían reportado
que la situación era de normalidad. "Es decir que ya está servida la
mesa para que mañana muy temprano todos los venezolanos salgan con
entusiasmo a ejercer su derecho al voto", dijo.
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