Washington, (EFE).- Aaron Alexis, el
presunto autor del tiroteo que provocó el lunes en Washington DC la
muerte de otras doce personas, tenía desórdenes mentales, en ocasiones
no distinguía la realidad de sus fantasías y llegaba a escuchar voces,
informó hoy la cadena CBS.
El individuo, que murió también en el tiroteo,
"tenía problemas mentales por los que pidió ayuda al Departamento de
Veteranos varias veces. Tenía episodios (de descontrol) por los que
estaba tratando de conseguir tratamiento", explicó el exasistente de
dirección del FBI John Miller.
"Dijo que oía voces, perdía la consciencia de la
realidad en ciertas ocasiones. Buscó tratamiento varias veces en varios
lugares y también terminó frustrado (en su búsqueda)", agregó.
Mientras continúan las investigaciones para
dilucidar cuál fue la causa de su acción, varias fuentes cercanas al
caso han afirmado que Alexis llevó a cabo el ataque con tres armas: un
rifle de asalto, una pistola y una escopeta, que adquirió de manera
legal recientemente en una tienda de armas en el estado de Virginia,
pese a sus supuestos trastornos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ha
asegurado que aún no tiene una fotografía completa del pasado de Alexis,
pero ha descartado que tuviese alguna conexión o vocación terrorista.
Al parecer, Alexis, de 34 años y raza negra, era
un individuo solitario, que no frecuentaba las redes sociales y tenía
problemas dentro de la compañía para la que trabajaba, una
subcontratista de la empresa Hewlett Packard.
El 4 de septiembre de 2010, Alexis fue detenido en
conexión con un tiroteo en su complejo residencial, en Oak Hill Circle
en Fort Worth (Texas), donde presuntamente disparó al techo de su
apartamento y hacia el de una vecina que, días antes, le había hecho
frente en el estacionamiento por hacer mucho ruido.
En mayo de 2004, la policía de Seattle (estado de
Washington) arrestó al presunto autor de la masacre porque éste disparó
contra los neumáticos del vehículo de un trabajador de la construcción
y, según confesó, lo hizo tras un ataque de rabia, aunque argumentó que
no recordaba el incidente hasta una hora después.
Alexis también dijo entonces a la policía que
estuvo presente durante "los trágicos atentados del 11-S" y que éstos lo
habían "trastornado".
Su padre aseguró durante aquellas investigaciones
que Alexis padecía un trastorno de estrés postraumático (PTSD, en
inglés) a raíz de su participación en las tareas de rescate en los
ataques de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, lo que le
causaba problemas de comportamiento.
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