Washington,
(EFE).- Los vecinos del barrio de Cleveland (EE.UU.) donde fueron
halladas tres jóvenes desaparecidas, de mayoría hispana, no salen de su
asombro tras haber convivido sin saberlo durante una década con las
secuestradas. Amanda Berry, desaparecida en 2003; Gina DeJesus, en 2004,
y Michelle Knight, en 2002, fueron vistas por última vez en un área
similar, a menos de 10 kilómetros de donde se encontraban recluidas, en
una casa propiedad de Ariel Castro, de 52 años, un ex conductor de
autobús escolar y músico.
En entrevista con la cadena local Fox 8 de
Cleveland, Julio Castro, tío de Ariel, se mostró sorprendido de que la
policía esté registrando la casa de su familiar y reveló que DeJesus era
amiga de la familia.
"Gina es amiga de la familia, han sido amigos nuestros, ellos han crecido juntos", indicó Castro.
Al igual que otros vecinos preguntados por medios
locales, Julio Castro aseguró que el propietario de la casa era una
persona afable que tenía buena relación con los vecinos de la Avenida
Seymour donde vivía y que no levantó sospechas.
Por el momento, la policía ha informado que ha
arrestado a tres hermanos en conexión con las tres jóvenes
desaparecidas, y aunque no ha confirmado las identidades los vecinos ya
dan por hecho que se trata de Ariel y dos de sus hermanos.
Las desapariciones de Amanda Berry, que fue
rescatada junto con una niña de 6 años, y Gina DeJesus eran bien
conocidas por los vecinos de Cleveland por la gran campaña mediática que
habían organizado sus familias para pedir información sobre ellas.
La madre de Berry falleció en 2006 y, según la
cadena local WEWS, nunca perdió la esperanza de que su hija estuviera
viva tras desaparecer el 21 de abril de 2003 cuando regresaba de su
trabajo en un Burger King de Cleveland.
Gina DeJesus desapareció en la misma zona en
agosto de 2004 cuando regresaba de la escuela. Sus padres pidieron
reiteradamente su liberación y organizaban una vigilia anual en el
aniversario de su desaparición.
Michelle Knight, la que más tiempo habría pasado
recluida en la casa de Ariel Castro, es de la que se conocen menos
detalles, ya que ni siquiera el FBI la tenía en sus archivos de personas
desaparecidas.
Según el diario Plain Dealer de Cleveland, la
policía y los servicios sociales consideraron que Michelle había huido
de casa, ya que había perdido la custodia de un hijo.
Su madre Bárbara, siempre consideró que su hija,
que desapareció con 18 años y ahora tiene 30, no podía haber
desaparecido sin dejar rastro por voluntad propia.
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