NUEVA DELHI/EFE.- Dieciséis días después del derrumbe de un complejo textil en Bangladesh, los equipos de rescate hallaron hoy a una mujer con vida entre las ruinas del inmueble, un rayo de luz en un siniestro que ha causado ya más de un millar de muertos.
La mujer, identificada como Reshma, fue localizada a media tarde entre los escombros, y los operarios, que estaban utilizando maquinaria pesada, pararon para rescatarla sin causarle daños, algo que consiguieron aproximadamente una hora después.
"Antes de romper un gran bloque lo anunciamos para comprobar si había alguien con vida y entonces escuchamos cómo alguien gritó", dijo un miembro de los servicios de rescate al diario "The Daily Star".
Reshma bebió agua e ingirió unas galletas antes de abandonar la "zona cero" y, según los medios locales, se encuentra actualmente en un estado de salud relativamente bueno a pesar del sufrimiento padecido en los últimos días.
Su hallazgo es casi un milagro pues las autoridades habían dado por perdida la esperanza de hallar supervivientes cinco días después del siniestro, que ocurrió el pasado 24 de abril en el suburbio industrial de Savar, junto a Dacca.
Según el último recuento facilitado hoy por el Ejército, 1.042 personas han fallecido ya en la peor tragedia industrial de la historia del país asiático. Con el rescate de Reshma el número de heridos se ha situado en 2.438, muchos de los cuales continúan hospitalizados.
Las autoridades creen que las tareas de desescombro se prolongarán todavía una semana y que entre el amasijo de cables, cemento y metal se esconde un elevado número de cadáveres. "Todavía quedan muchos cadáveres entre las ruinas. Hubo gente que marchó hacia las plantas bajas para intentar salir del edificio", explicó a Efe Udín Khandaker, un funcionario del Ministerio de Interior que dirige una investigación sobre el siniestro.
"En un plazo de una semana concluirán las labores de retirada de escombros, esperemos que antes del próximo viernes", afirmó. Con cada día que pasa se complica un poco más la identificación de los cuerpos sin vida de las víctimas debido a su avanzado estado de descomposición.
Según el portal virtual Bdnews24, 712 cadáveres han sido entregados a sus familiares, pero varias decenas han tenido que ser enterrados sin identificar. Las autoridades están realizando pruebas de ADN en algunos casos para reconocer los cuerpos, una misión que se ve facilitada cuando se hallan documentos acreditativos de identidad o teléfonos móviles de los fallecidos.
Por el derrumbe hay actualmente diez personas arrestadas, entre las que figuran el dueño del inmueble, cuatro propietarios de fábricas, ingenieros y expertos municipales. "Están bajo custodia. Cuando concluya la investigación se presentarán cargos contra ellos. En principio, se les acusará al menos de causar muerte por negligencia en el trabajo, delito que está contemplado en el Código penal", explicó Khandaker.
Varias personas bajo orden de búsqueda y captura se hallan en paradero desconocido. "En esta fase de la investigación estamos estudiando el tipo de materiales que se destinaron a la construcción del edificio, las licencias del terreno, etc.", agregó el funcionario de Interior.
El Gobierno bangladeshí ha cerrado en los últimos días 18 talleres por motivos de seguridad, aunque algunos de ellos han reabierto tras pasar controles.
La Asociación de Manufactureros y Exportadores de Artículos de Punto (BGMEA) también ha ordenado la clausura de ocho fábricas y ha pedido al resto informes técnicos que deben ser entregados antes de que concluya el presente mes.
En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo. El último de ellos es un incendio en la madrugada del jueves también en la capital que causó siete muertos y del que la BGMEA sospecha que se trata de un "sabotaje", según medios locales.
Las pesquisas apuntan a que el fuego se originó en la planta baja de la fábrica, supuestamente vacía de trabajadores, mientras que las víctimas -el dueño de la firma y a su vez director del BGMEA y un alto mando policial, entre ellas- estaban en la novena.
"La fábrica estaba cerrada. Todos los aparatos de aire acondicionado, ventiladores y máquinas estaban apagados. La posibilidad de que el fuego se iniciase con un cortocircuito es muy baja", dijo el presidente de la BGMEA, Atiqul Islam.
La industria textil representa el 78 % de las exportaciones de Bangladesh, unos 19.000 millones de dólares, según los últimos datos oficiales. El sector cuenta con 5.400 fábricas y más de cuatro millones de trabajadores, la mayoría de ellos mujeres.
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