La población joven que ni trabaja ni estudia (Ni-Ni) es de
686,833 personas, de acuerdo con el informe del Observatorio del Mercado
Laboral Dominicano del Ministerio de Trabajo. En relación con estos
datos, el economista Fabricio Gómez Mazara advierte que el mercado
laboral del país no se está generando empleos suficientes para absorber
la creciente población económicamente activa y los grupos más afectados
son los jóvenes y las mujeres.
Mientras el 64.13% de la población ocupada son hombres, el 60.27% de los desocupados son mujeres. Diferencias por género. Al abordar el tema Juventud y Empleo durante el primer foro “Es momento de redistribuir la riqueza”, realizado por Frente Amplio, explicó que existe una amplia brecha de género en el mercado laboral dominicano en la que resultan afectadas las mujeres en específico la del cohorte de 15 a 29 años de edad.
Gómez Mazara hizo una interpretación económica de los efectos marginales y estimó que a medida que las mujeres son más jóvenes es mayor la brecha de género. “Es decir la probabilidad de que una mujer esté ocupada, comparada con la de un hombre, disminuye a medida que la primera tiene menor edad”, señaló. Recordó que la tasa de desocupación femenina es más que el doble de la masculina en el rango de 15-24 años y más del triple de 25-29 años. Además, precisó que existe una importante cantidad de mujeres que trabaja como doméstica. En la ponencia observó que el hecho de estudiar no le garantiza un empleo a ninguna persona.
Mientras el 64.13% de la población ocupada son hombres, el 60.27% de los desocupados son mujeres. Diferencias por género. Al abordar el tema Juventud y Empleo durante el primer foro “Es momento de redistribuir la riqueza”, realizado por Frente Amplio, explicó que existe una amplia brecha de género en el mercado laboral dominicano en la que resultan afectadas las mujeres en específico la del cohorte de 15 a 29 años de edad.
Gómez Mazara hizo una interpretación económica de los efectos marginales y estimó que a medida que las mujeres son más jóvenes es mayor la brecha de género. “Es decir la probabilidad de que una mujer esté ocupada, comparada con la de un hombre, disminuye a medida que la primera tiene menor edad”, señaló. Recordó que la tasa de desocupación femenina es más que el doble de la masculina en el rango de 15-24 años y más del triple de 25-29 años. Además, precisó que existe una importante cantidad de mujeres que trabaja como doméstica. En la ponencia observó que el hecho de estudiar no le garantiza un empleo a ninguna persona.
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