SAN JUAN CAPISTRANO, California, EE. UU. (AP) — Se
dice que el dramaturgo griego Esquilo murió cuando se le cayó una
tortuga en la cabeza. Afortunadamente la historia no se repitió cuando
un tiburón leopardo cayó misteriosamente sobre una cancha de golf en el
sur de California.
El animal de 60 centímetros (dos pies) y un kilogramo (dos libras)
presumiblemente fue arrebatado del mar por un ave que por algún motivo
lo soltó sobre el Club de Golf San Juan Hills, dijo el jueves Melissa
McCormack, directora de operaciones del club.
Nadie estaba jugando cuando el tiburoncito cayó del cielo el lunes por la tarde, aunque algunos golfistas acababan de irse, agregó.
Uno de los jueces, que se asegura de que los jugadores mantengan un ritmo adecuado, vio que algo se movía y se acercó a investigar. Encontró que el animal sangraba con heridas punzantes. Lo puso en su carrito de golf y lo llevó al club.
El juez, McCormack y el empleado Bryan Stizer querían ayudar al animalito, de modo que lo pusieron en un balde con agua. Después alguien recordó que no era animal de agua fresca y por eso reprodujeron el agua marina usando sal de cocina, dijo.
"Sabíamos que debíamos devolverlo al océano lo antes posible", agregó McCormack. Pero tomó una foto del animal antes de llevarlo al mar.
"Cuando Brian lo metió en el agua no se movía", dijo, "pero después se dio vuelta y se fue".
Nadie recuerda que haya pasado nada semejante.
"Tenemos los típicos coyotes, las mofetas y algún puma ocasional, pero nada parecido a un tiburón", concluyó McCormack.
Nadie estaba jugando cuando el tiburoncito cayó del cielo el lunes por la tarde, aunque algunos golfistas acababan de irse, agregó.
Uno de los jueces, que se asegura de que los jugadores mantengan un ritmo adecuado, vio que algo se movía y se acercó a investigar. Encontró que el animal sangraba con heridas punzantes. Lo puso en su carrito de golf y lo llevó al club.
El juez, McCormack y el empleado Bryan Stizer querían ayudar al animalito, de modo que lo pusieron en un balde con agua. Después alguien recordó que no era animal de agua fresca y por eso reprodujeron el agua marina usando sal de cocina, dijo.
"Sabíamos que debíamos devolverlo al océano lo antes posible", agregó McCormack. Pero tomó una foto del animal antes de llevarlo al mar.
"Cuando Brian lo metió en el agua no se movía", dijo, "pero después se dio vuelta y se fue".
Nadie recuerda que haya pasado nada semejante.
"Tenemos los típicos coyotes, las mofetas y algún puma ocasional, pero nada parecido a un tiburón", concluyó McCormack.
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