POR Mariela Mejía/DiariolibreCATUANO, SAONA. Con fotografías de las perspectivas de construcción en mano, los titulares del Ministerio de Medio Ambiente y la Marina de Guerra consideraron ayer como mal intencionadas las informaciones de que en esta localidad se prevé levantar una base naval estadounidense.
El jefe de la Marina de Guerra, vicealmirante Nicolás Cabrera Arias, aseguró a la prensa, a modo de aclaración, que la remodelación del deteriorado Puesto de Catuano y la reconstrucción del muelle de esta localidad, no es más que una ayuda de Estados Unidos que se enmarca en los planes de cooperación conjunta para enfrentar el narcotráfico y los viajes ilegales, pero no especificó si esa nación tendrá un beneficio adicional.
La Saona cuenta con 18 militares que ofrecen servicio para proteger la isla de 110 kilómetros cuadrados y más de 325 habitantes. Por la zona navegan hasta 9 mil embarcaciones al año. Cuando se remodele el Puesto de Catuano, con el mismo tamaño de 250 metros cuadrados, según informaron, se elevaría de nueve a apenas 12 el personal.
El ministro de Medio Ambiente, Ernesto Reyna, dijo que, además, de la donación de US$1.5 millones de los Estados Unidos, Alemania aportará una partida en euros, Taiwán RD$5 millones y Japón US$10 mil para adecuar la estación que, hasta ahora, es una estructura con el techo desprendido, 4 camarotes, un radio de comunicación y equipos de cocina.
Reyna negó que el muelle a reconstruir y el destacamento afecten el ecosistema del territorio, perteneciente al Parque Nacional del Este. Explicó que se elevará sobre pilotillos el puesto militar y con el muelle se evitará que las embarcaciones anclen en los corales.
Pese a las aclaraciones de las autoridades, la gente de Saona tiene dudas. Aunque valoran que se modernice la vigilancia, temen que los Estados Unidos tenga un interés particular en la isla, visitada por más de 300 mil turistas al año.
Ambientalistas han visto con escepticismo la cooperación de EE.UU. por remodelar el destacamento ya que esa nación, arropada por la presión popular, cerró a partir de 2003 su base militar en la isla de Vieques, Puerto Rico, que constituía un punto estratégico en el Caribe.
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