Santiago (R.Dominicana), (EFE).- Sectores
representativos de la ciudad dominicana de Santiago (norte), la segunda
del país, pidieron hoy al nuevo Gobierno establecer órdenes y
regulaciones para detener la "masiva" entrada de haitianos
indocumentados a través de la frontera común. El Consejo de Desarrollo
del Plan Estratégico de Santiago, que aglutina a 65 instituciones
empresariales, profesionales, comunitarias, públicas, de la sociedad
civil y de otra índole, afirmó que ha llegado el momento de frenar el
tráfico y trata de personas desde Haití hasta República Dominicana.
"Tenemos una invasión de haitianos muy fuerte que
nos afecta, necesitamos que nos ordenen un poquito la migración, de
manera que nos quiten en algo esa carga", expresó a Efe el presidente de
la entidad, Carlos Fondeur.
En ese contexto, se quejó porque la "descontrolada
migración haitiana" hacia República Dominicana está creando muchos
cinturones de miseria y problemas sociales de diversas consecuencias.
Danilo Medina, en su discurso de toma posesión
como presidente dominicano el jueves pasado, se comprometió a crear una
política migratoria clara y transparente, respetuosa de los convenios
internacionales suscritos por el país en materia de derechos humanos.
Manifestó, además, que en su Gobierno se aplicará
el reglamento y ley de migración y que se perseguirá sin descanso la
corrupción de funcionarios civiles y militares encargados de aplicar
medidas migratorias, además de que caerá todo el peso de la ley a
quienes sean encontrados culpables de trata y tráfico de personas.
A este respecto, Fondeur opinó que Santiago es la
ciudad más im.portante próxima a la frontera dominico-haitiana del
noroeste, por se produce el mayor tráfico de personas y también la mayor
receptora de una inmensa mayoría de los inmigrantes haitianos ilegales
que entran con mucha facilidad a este territorio.
"Eso lo percibimos en todas partes, vemos los
pedigüeños en las calles, otros vendiendo de todo y también participando
en actos de delincuencia", aseguró el empresario Fondeur.
Destacó que esta situación está creando cinturones
de miseria en la ciudad, porque es gente que viene de otro país y es
lógico que tiene que buscar albergue y lo hacen en los entornos de las
cañadas y de los barrios pobres de Santiago.
"Pretendemos que haya una ley y una política de
migración clara, de manera que nosotros podamos saber con lo que
contamos y como trabajará el nuevo Gobierno el tema de los haitianos",
enfatizó.
Según Carlos Fondeur, más del 50 % de las
embarazadas que dan a luz en los hospitales de Santiago son de
nacionalidad haitiana y que el país necesita determinar esa situación
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