Por Felivia Mejía Tras una espera de doce años, el pasado 24 de marzo la comunidad de Pedro Brand celebró jubilosa la inauguración del hospital Rodolfo de la Cruz Lora. Cinco meses después, de esas instalaciones, en las que el Estado invirtió 278 millones de pesos, sólo se usan algunos consultorios.
Como los laboratorios y la emergencia continúan funcionando en el edificio provisional, los pacientes, que además de esos servicios van a consulta, se mantienen en un ir y venir constante. “Imagínate una madre que viene a consulta con su niño en brazos y que además debe caminar al otro edificio para el laboratorio y regresar con su niño en el hombro a traerme los resultados.
Eso es caótico, esa madre queda exhausta y se pierde mucho tiempo, porque los servicios no están integrados”, expone la pediatra Ramona González.
Las 180 camas de las salas de internamiento del nuevo hospital están sin estrenar. Y las salas de cirugía y quirófano continúan vacías. Además, falta personal médico por asignar.
Unos 120 pacientes se registran a diario en emergencia, que posee un par de precarias camillas y una cama de parto para asistir a embarazadas, aunque no cuenta con las condiciones para ello. Sólo hay disponible tres camas para internamientos urgentes.
Puertas y ventanas rotas, infraestructura descuidada y mobiliario deteriorado es el ambiente en el que trabajan unos 56 médicos. Una parada de motoconchos se ha instalado dentro del hospital. La directora, Lidia Berigüete, explica que entre la nueva y la vieja edificación se reciben 400 pacientes diariamente que consultan en diversas especialidades médicas.
“En el nuevo hospital se están instalando las líneas de teléfono y se está terminando el área de odontología. Esperamos que en un mes esté todo listo y la compañía privada que también tuvo a su cargo la construcción del hospital Ney Arias Lora, nos entregue el edificio completo”.
En el lugar donde se encuentra el hospital provisional hay otros dos pabellones. En uno funcionan algunas aulas de la escuela básica de la comunidad y en el otro se almacenan equipos hospitalarios dañados.
Referidos a otros centros
La directora del hospital, Lidia Berigüete, explica que el 40% de los pacientes provienen de la provincia San Cristóbal, en especial de Villa Altagracia. Pero también hay muchos pacientes de Los Alcarrizos, Las Guáyigas y barrios que se ubican en los kilómetros de la autopista Duarte.
Los pacientes que necesitan internamiento o una atención especializada son referidos al hospital Vinicio Calventi, de Los Alcarrizos.
Los moradores de la zona de Pedro Brand prefieren visitar el hospital Luis Eduardo Aybar, porque hay una ruta de guagua que llega directo al mismo.
Historia del hospital
El edificio que desde hace doce años alberga provisionalmente al hospital Rodolfo de la Cruz fue cedido por el hospital psiquiátrico Padre Billini.
La construcción de esa infraestructura fue concebida para el funcionamiento de una cárcel. Es por eso que la vieja estructura, dividida en pabellones, no presenta las comodidades que necesita un hospital. Los pasillos son muy estrechos y los consultorios son pequeñas recámaras.
El hospital Rodolfo de la Cruz Lora inició sus funciones a finales de la década de 1950 como un centro de atención para los pacientes afectados con tuberculosis.
Debido a la demanda de atención de otras especialidades cambió el concepto, y en 1997 se convirtió en un hospital general.
Detalles
Lidia Berigüete
Directora
“Este nuevo hospital es altamente especializado. Nos estamos instalando poco a poco. Faltan detalles en algunas áreas. La semana próxima empezaremos a trabajar en odontología.
Lo que faltan son algunos equipos para el quirófano. En cuanto al presupuesto, recibimos una subvención mensual del Gobierno de 1.2 millones de pesos”.
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