Jenny Carolina González C/ corresponsal edlp Bogotá — Con la bendición de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y la investidura por parte del Congreso de la República, Juan Manuel Santos asumió como nuevo Presidente de Colombia, para un periodo que termina en 2014.
Durante la toma de poder, Santos llamó al diálogo a sus países vecinos, sobre todo Venezuela.
“Uno de mis propósitos fundamentales como Presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador, restablecer la confianza, la diplomacia y la prudencia”, indicó.
“Les agradezco a tantas personas de buena voluntad que se han ofrecido a mediar en esta situación con Venezuela pero debo decir honestamente que dadas las circunstancias y mi forma de ser prefiero el diálogo franco y directo y ojalá sea lo más pronto posible, dentro del respeto mutuo, de cooperación recíproca, firmeza contra la criminalidad y de comunicación sincera y abierta”, prosiguió.
“Queremos vivir en paz con todos nuestros países, los respetaremos para que nos respeten”, aseveró el mandatario, quien empezó su día muy temprano en Seyzhua, lugar sagrado de la Sierra, en donde acompañado de su esposa María Clemencia y sus hijos Martín, María Antonia y Esteban, recibió la bendición espiritual de cuatro mamas, representantes de las etnias de este ecosistema.
Vestido de blanco, el Presidente recibió un bastón de mando como símbolo de autoridad; un collar con cuatro piedras sagradas, en representación del agua, la tierra, la comida y el mar, y dos hilos de algodón, que fueron atadas a sus muñecas, como protección y compromiso con la Madre Tierra.
En horas de la tarde, tuvo lugar la ceremonia oficial de traspaso de poder con dos novedades que cambiaron el protocolo tradicional, no sólo su investidura se salió del Congreso y se efectuó en la plaza de Bolívar, sino que el presidente saliente, Álvaro Uribe Vélez y su familia, lo acompañaron en el acto, como señal de su respaldo.
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