Por Miguel Ponce | Fotografías: Roque Ferreira Santiago/Elcaribe.com-. Desde el pasado año a la fecha, la Fiscalía de Santiago ha rescatado a 500 menores de edad de centros de diversión, bares para homosexuales, cabaret donde los prostituían y de discotecas donde los sorprendieron consumiendo alcohol.
Las sanciones penales contra los propietarios de esos establecimientos van desde el cierre de sus locales hasta medidas de coerción que consisten en prisión preventiva, impedimento de salida, garantía económica y presentación periódica ante los tribunales.
“En algunos bares hemos encontrado hasta noventa menores y desde el pasado año, podríamos decir que van más de 500 casos”, expresó la fiscal Yeni Berenice Reynoso al ser entrevistada por reporteros de El Caribe.
En un operativo en un cabaret que lleva como nombre Pericles fue rescatada una menor de 14 años de edad, nativa de Azua. Los propietarios son ahora acusados de promover que la adolescente ejerciera la prostitución. Además de solicitar medidas de coerción contra ellos, el negocio fue clausurado.
El viernes 13 de este mes también fue cerrado el bar “Mónaco”, ubicado en la avenida 27 de Febrero, tras encontrar a menores y preservativos usados.
En el espacio de diversión identificado como “La Hookah”, localizado en el municipio de Tamboril, confiscaron cuchillos machetes y objetos eróticos.
En el primero fueron rescatados siete menores de sexo masculino, mientras que en el segundo fueron 37 niñas de 12 a 16 años, quienes fueron entregadas a sus padres. Contra el comerciante Carlos Ramón Núñez Valerio, propietario del bar Mónaco, un establecimiento nocturno solamente para gays, le fueron dictadas como medidas coercitivas el presentarse periódicamente y una fianza.
Para enfrentar esa problemática, la Fiscalía decidió crear un programa que busca sancionar a los padres que se niegan a asumir su papel de tutores.
La preocupación nace a raíz de que un padre botó a su hijo de su casa, pese a ser menor de edad, molesto al averiguar la preferencia sexual de su vástago.
“Si el padre se niega a la tutoría como ya ha pasado, el código establece sanciones, porque hasta que no sean adultos deben seguir al cuidado de quienes los procrearon, aunque como Fiscalía preferimos trabajar con las charlas y otros mecanismos persuasivos”.
El Caribe publicó recientemente un reportaje donde relata la situación de varias menores de entre 13 y 16 años que laboran en la zona monumental como prostitutas.
Esa situación se repite cercana al río Yaque del Norte y en los alrededores de Plaza Valerio, donde la oferta y la demanda por ofrecer placeres sexuales están a la orden del día. Los precios por tarifas van desde 300 hasta 500 pesos. Otra modalidad es el de posar desnudas para paginas de Internet, a cambio de 600 o mil pesos.
El 37.8 de menores acepta regalos a cambio de sexo
Un estudio realizado por una estudiante de la universidad de Columbia, en Estados Unidos, con el apoyo de Acción Callejera, encuestó a 37 niños en condición de vulnerabilidad, y arrojó que el 55 por ciento había tenido relaciones sexuales.
El promedio de edad en que los menores lograron tener sus primeras relaciones sexuales fue de once años. Bentodina Jiménez, directora ejecutiva de Acción Callejera, refiere que del total entrevistados, 37 por ciento era de nacionalidad haitiana y el resto, dominicana.
Ante la pregunta de si alguna vez les habían ofrecido dinero, comida u otra cosa a cambio de servicios sexuales, 14 de 37 dijeron que sí, para un 37.8 por ciento. El 62.2 expresó que no.
De ese grupo, seis aceptaron las ofertas a cambio de algún regalo. Para saber si sostienen relaciones sexuales continuamente les preguntaron si las aceptarían nueva vez, ocho respondieron que sí. Condiciones de pobreza extrema y hogares destruidos son factores determinantes para que los menores sean inducidos a prostituirse a cambio de migajas.
Gravedad
Bentodina Jiménez
Dir. Acción C.
“Uno de los asuntos más graves es que de los 14 menores entrevistados que les han propuesto sostener relaciones sexuales, seis dijeron que si, otros ocho dijeron que lo aceptarían”.
Yeni B. Reynoso
Fiscal Santiago
“Para darle seguimiento a esta problemática, trabajamos en un programa de prevención que busca trabajar con los padres y la responsabilidad de tutoría. A veces hacemos el operativo, y al otro día están en las calles”.
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