PUERTO PRINCIPE (AP) — Más de 1.000 personas se
manifestaron el lunes en la capital haitiana para protestar contra un
plan gubernamental para destruir sus viviendas precarias en las faldas
de una colina como parte de un proyecto para controlar las inundaciones
antes de que puedan encontrar una vivienda permanente luego de haber
perdido la suya por el devastador terremoto de 2010.
La policía arrojó gas lacrimógeno en un intento por controlar a los manifestantes, algunos de los cuales respondieron lanzando rocas a los oficiales.
Los manifestantes recorrieron las calles de Petionville, la zona metropolitana de Puerto Príncipe, mientras amenazaban con incendiar ese distrito relativamente próspero si las autoridades echan abajo sus viviendas.
Un alto funcionario del Ministerio del Medio Ambiente, Pierre Andre Gedeon, dijo la semana pasada a una radioemisora local que el gobierno quiere demoler varios centenares de casas a fin de construir canales y reforestar laderas para contener las riadas, a veces mortales, que llegan con la temporada anual de lluvias.
Las autoridades no han hecho desde entonces otra referencia al plan. El lunes fueron hechos varios llamados a ese ministerio, sin tener respuesta.
Muchos de los hogares amenazados se encuentran en Jalousie, una barriada con casas de concreto que se extiende por la ladera de una colina en Petionville.
Los manifestantes dijeron que el presidente Michel Martelly incumplió su promesa de reconstruir las casas derrumbadas por el terremoto de 2010. El desastre destruyó decenas de miles de viviendas en la capital y otras ciudades del sur. Las autoridades dijeron que perecieron 314.000 personas.
"Martelly no construyó ninguna casa. ¿Por qué puede destruir nuestras casas?", preguntó Joel Jean-Pierre, de 22 años. "Si viene a destruir nuestras casas, quemaremos Petionville".
El gobierno construye centenares de casas al norte de la capital, pero son insuficientes para alojar a las más de 400.000 personas que siguen en asentamientos inseguros que aparecieron tras el sismo.
En una gestión para ayudar a la gente que sigue habitando en campamentos, el gobierno haitiano y grupos internacionales de ayuda y gobiernos extranjeros concedieron subsidios para renta por un año. Los residentes de seis campamentos se trasladaron a viviendas precarias en las colinas como Jalouise, donde algunos temen ahora la demolición de sus casas. Otros llegaron luego de que fueron desalojados por los propietarios de las tierras donde acampaban.
La capital haitiana tiene unos 3 millones de habitantes. Durante el transcurso de los años, han proliferado viviendas precarias en las laderas de las montañas, que se desploman cuando llueve torrencialmente, debido a que los gobiernos anteriores y presentes no han logrado proporcionar una vivienda asequible.
La marcha del lunes inició de forma pacífica, pero algunos manifestantes arrojaron rocas a un hotel financiado en parte por el Fondo Clinton Bush Haiti, una fundación sin fines de lucro creada después del sismo por los ex presidentes estadounidenses Bill Clinton y George W. Bush. Los manifestantes se molestaron al ver el opulento hotel bajo construcción en medio de los temores de que perderán sus hogares.
Cuando los manifestantes llegaron al centro de Puerto Príncipe, la policía antimotines trató de disolver a la multitud lanzando latas de gas lacrimógeno. Algunas personas arrojaron rocas a la policía y también a conductores que pasaban por el lugar, y las ventanas de varios vehículos fueron quebradas.
Los periodistas de The Associated Press vieron a una mujer con una lesión en la cabeza tras recibir una pedrada en la cabeza.
La policía arrojó gas lacrimógeno en un intento por controlar a los manifestantes, algunos de los cuales respondieron lanzando rocas a los oficiales.
Los manifestantes recorrieron las calles de Petionville, la zona metropolitana de Puerto Príncipe, mientras amenazaban con incendiar ese distrito relativamente próspero si las autoridades echan abajo sus viviendas.
Un alto funcionario del Ministerio del Medio Ambiente, Pierre Andre Gedeon, dijo la semana pasada a una radioemisora local que el gobierno quiere demoler varios centenares de casas a fin de construir canales y reforestar laderas para contener las riadas, a veces mortales, que llegan con la temporada anual de lluvias.
Las autoridades no han hecho desde entonces otra referencia al plan. El lunes fueron hechos varios llamados a ese ministerio, sin tener respuesta.
Muchos de los hogares amenazados se encuentran en Jalousie, una barriada con casas de concreto que se extiende por la ladera de una colina en Petionville.
Los manifestantes dijeron que el presidente Michel Martelly incumplió su promesa de reconstruir las casas derrumbadas por el terremoto de 2010. El desastre destruyó decenas de miles de viviendas en la capital y otras ciudades del sur. Las autoridades dijeron que perecieron 314.000 personas.
"Martelly no construyó ninguna casa. ¿Por qué puede destruir nuestras casas?", preguntó Joel Jean-Pierre, de 22 años. "Si viene a destruir nuestras casas, quemaremos Petionville".
El gobierno construye centenares de casas al norte de la capital, pero son insuficientes para alojar a las más de 400.000 personas que siguen en asentamientos inseguros que aparecieron tras el sismo.
En una gestión para ayudar a la gente que sigue habitando en campamentos, el gobierno haitiano y grupos internacionales de ayuda y gobiernos extranjeros concedieron subsidios para renta por un año. Los residentes de seis campamentos se trasladaron a viviendas precarias en las colinas como Jalouise, donde algunos temen ahora la demolición de sus casas. Otros llegaron luego de que fueron desalojados por los propietarios de las tierras donde acampaban.
La capital haitiana tiene unos 3 millones de habitantes. Durante el transcurso de los años, han proliferado viviendas precarias en las laderas de las montañas, que se desploman cuando llueve torrencialmente, debido a que los gobiernos anteriores y presentes no han logrado proporcionar una vivienda asequible.
La marcha del lunes inició de forma pacífica, pero algunos manifestantes arrojaron rocas a un hotel financiado en parte por el Fondo Clinton Bush Haiti, una fundación sin fines de lucro creada después del sismo por los ex presidentes estadounidenses Bill Clinton y George W. Bush. Los manifestantes se molestaron al ver el opulento hotel bajo construcción en medio de los temores de que perderán sus hogares.
Cuando los manifestantes llegaron al centro de Puerto Príncipe, la policía antimotines trató de disolver a la multitud lanzando latas de gas lacrimógeno. Algunas personas arrojaron rocas a la policía y también a conductores que pasaban por el lugar, y las ventanas de varios vehículos fueron quebradas.
Los periodistas de The Associated Press vieron a una mujer con una lesión en la cabeza tras recibir una pedrada en la cabeza.
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