SILAO, México (AP) — El Papa Benedicto XVI empezó su peregrinaje por la Latinoamérica que habla español en México, con la promesa de que durante su estancia pedirá y rezará por su pueblo y especialmente por aquellos que sufren a causa de la violencia.
"Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al Pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra", dijo el Pontífice en una ceremonia oficial de recepción en la que cientos de asistentes le aplaudían y gritaban "¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!".
"En estos días pediré encarecidamente al Señor y a la Virgen de Guadalupe por este pueblo", dijo. "Rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia".
También dijo que venía a México como un peregrino de "la fe, de la esperanza y de la caridad y quiero confirmar en la fe a los creyentes de Cristo y animarlos, revitalizarlos con la escucha de la palabra de Dios".
Luego de que el avión aterrizara, las calles de León se convirtieron en un festival pues el entusiasmo de la multitud creció con su arribo. La policía detuvo el tráfico por la Avenida López Mateos por la que el Papa va a transitar a bordo del Papamóvil mientras las personas se apostaban a lado y lado de esa calle.
Durante el vuelo hacia México, el Papa había hecho un llamado para que los mexicanos derroten la "idolatría del dinero" que alimenta la violencia y el tráfico de drogas al tiempo que urgió a Cuba a dejar el marxismo que "no responde ya a la realidad".
El vuelo de Alitalia que lo trajo aterrizó en medio de una multitud que ondeaba banderas mexicanas y del Vaticano. El presidente mexicano Felipe Calderón y la primera dama Margarita Zavala saludaron al Pontífice en la pista de aterrizaje, a quien se le extendió una alfombra roja a los pies de la escalera del avión por la que descendió.
Un grupo de niños también esperaban a Benedicto XVI, a quien le entregaron un obsequio.
El presidente Calderón agradeció que haya aceptado su invitación para venir a México, un país que, dijo, "ha sufrido mucho por diversas razones", incluida la violencia del crimen organizado.
"La presencia de Su Santidad entre nosotros adquiere un significado enorme en horas aciagas, en momentos en que nuestra patria atraviesa por situaciones difíciles y decisivas", dijo el mandatario.
"México también ha sufrido, Su Santidad lo sabe, la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes", añadió.
Apenas apareció en la puerta del avión la gente que lo aguardaba rompió en gritos de regocijo.
Benedicto XVI alzó los brazos y comenzó a bajar la escalera sin ayuda de nadie, ni el bastón que usó en Roma antes de partir a México.
Miles de personas y voluntarios esperaban al Pontífice apostados a lo largo de los 32 kilómetros que recorrerá desde el aeropuerto y hasta el Colegio Miraflores, donde se hospedará.
A bordo del avión que lo trasladó, el Papa condenó la violencia del narcotráfico en México y consideró que la "idolatría del dinero" es la causa de la espiral violenta que ha dejado más de 47.500 muertos desde diciembre de 2006, cuando Calderón asumió el poder.
También instó a un diálogo en Cuba para buscar nuevos modelos que reemplacen el marxismo, en el comienzo de un peregrinaje a ambos países latinoamericanos.
Luego de visitar México, Benedicto XVI partirá hacia Cuba.
Un periodista preguntó al Papa qué ha cambiado en Cuba desde 1998, cuando su predecesor Juan Pablo II realizó una visita histórica a la nación comunista. "Tienen que encontrar nuevos modelos, con paciencia y en una forma constructiva", dijo.
El Papa indicó que la visita de Juan Pablo II a Cuba representó el inicio de un lento proceso de diálogo y cooperación entre la iglesia Católica y el Estado en la isla.
La gira de seis días a México y Cuba será una prueba de resistencia para el Pontífice, que cumple 85 años el mes próximo. El viernes, en el aeropuerto en Roma, el Papa usó el bastón, aparentemente por primera vez en público, al recorrer a pie los 100 metros entre el helicóptero que lo llevó a la pista de vuelo y la escalinata del avión
No hay comentarios.:
Publicar un comentario