El país corre el riesgo de sufrir un nuevo agravamiento de la crisis energética, si las empresas generadoras de electricidad deciden apagar sus plantas por falta de combustible, si no llegan a un acuerdo con la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) para el pago de una deuda que algunos sectores económicos consideran que podría ascender a US$600 millones.
Los atrasos en el pago a los generadores ponen en peligro además los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque el Congreso Nacional apruebe de urgencia el paquete impositivo sometido por el Poder Ejecutivo, según fuentes ligadas a las negociaciones con el organismo.
En la actualidad, los atrasos son de cuatro meses, que se cumplirán la semana próxima, y el 25 de este mes vence el plazo para los pagos de una quinta facturación.
“Todo esto excede lo acordado con el FMI, que estableció la obligación de pago con un máximo de 45 días de vencida cada factura”, dijeron las fuentes citando información servida a los medios por las propias autoridades del gabinete económico del gobierno.
Los temores ante estos atrasos se basan en que las principales empresas generadoras de electricidad se vean forzadas a apagar sus plantas por falta de combustible.
“Si no se les paga no tendrán el flujo de caja necesario para adquirir el combustible que mantengan las plantas encendidas”, agregaron.
En el mes de mayo pasado, las generadoras sólo recibieron el 27% del total facturado, se supo por otra parte en fuentes ligadas a la industria.
El dato fue confirmado en la Asociación de Empresas Eléctricas (ADIE), que ayer emitió una declaración señalando su preocupación por dichos atrasos.
MARRANZINI RECONOCE DELICADEZA DEL CASO
Ayer el vicepresidente de la CDEEE, Celso Marranzini, indicó que es apremiante poner al día la deuda con los generadores para que estos puedan manejar una adecuada programación de los barcos abastecedores de combustibles y garantizar la continuidad del servicio eléctrico. En otro orden, Marranzini informó que esta semana una delegación del Banco Mundial visitó al país para conocer los avances de la inversión en mejoramiento de redes de distribución con fondos prestados por el organismo crediticio internacional y quedó sorprendida con el nivel de desarrollo de los proyectos.
Actualmente se realizan proyectos de rehabilitación de redes en las áreas de concesión de Edenorte, Edesur y Edeeste con una inversión de alrededor de US$152 millones, proveniente del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Opep.
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