miércoles, 20 de abril de 2011

Cacique lamenta no tener heredero .


AP
Asunción

En unos años la etnia Maká, una de las veinte que sobreviven en Paraguay, se quedará sin cacique. Su líder, Andrés Chemhei, no tuvo hijos varones por lo que a su muerte se cortará la tradición ancestral de traspaso del poder tribal de padre a primogénito. La tribu, integrada por unas 1,500 personas que residen en el municipio de Mariano Roque Alonso, 23 kilómetros al norte de Asunción, celebró ayer martes el Día el Indígena Americano con danzas, una exposición de artesanías y un almuerzo de sopa de vaca con mandioca (yuca).

“Tengo tres hijas, entonces, cuando yo muera mi pueblo tendrá que reunirse en asamblea y elegir a su nuevo líder de acuerdo con las leyes de Paraguay”, dijo Chemhei en entrevista durante una pausa del festival.

Herencia
El jefe, de 65 años, relató que “heredé de mi papá la función de cacique y él la recibió de mi abuelo. Si yo hubiese tenido un hijo varón, él habría sido el futuro cacique respetándose la línea de sucesión de acuerdo con el derecho consuetudinario. Pero lastimosamente no ocurrirá así y regirá la ley paraguaya”, dijo en español.

A su alrededor, varones y mujeres de todas las edades se presentaban ante un escaso público con vinchas con plumas y pulseras y collares multicolores con cuentas de semillas secas de coco, judías y pezuñas secas de venado.

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