sábado, 10 de julio de 2010

Obispos deploran creciente escalada de violencia en RD


Ramón Urbáez
Santo Domingo

La Conferencia del Episcopado Dominicano manifestó ayer tristeza y precupación ante lo que definieron “nueva escalada de violencia en el país” y rechazaron los asesinatos y las muertes violentas que se han producido durante las últimas semanas en distintas regiones.

Tras concluir su Cuadragésima Octava Asamblea Plenaria, celebrada en Casa María de Altagracia, del kilómetro 22 de la Autopista de Las Américas, los obispos católicos dieron a conocer un documento en el cual afirman que “no pueden permanecer indiferentes ante la sangre derramada y las múltiples agresiones contra seres humanos preferidos de Dios”.

“Hemos vuelto a experimentar tristeza y honda preocupación ante la creciente escalada de violencia que vive nuestro país”, señala el documento, firmado por todos los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia, que encabeza monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo.

“¿Cómo podríamos permanecer indiferentes ante la sangre derramada, o las múltiples y crecientes agresiones contra seres humanos, preferidos de Dios, por quienes Cristo derramó su propia sangre?”, se preguntaron los jerarcas católicos.

Agregaron que les “duele sobremanera ver que hasta adolescentes llegan a gozarse violentando la ley de Dios, derramando la sangre de sus prójimos”.

“Dolor y tristeza”
Destacaron que como obispos, pastores y auxiliares de las diferentes diócesis de la República Dominicana, se reunieron en Asamblea Plenaria, desde el 4 al 9 del este mes de julio, y que entre los temas que trataron les provocó “dolor y tristeza” la violencia que tanto preocupa a la población.

Recordaron que han hablado sobre el tema otras veces y que con insistencia han querido tocar paternalmente el corazón de dominicanos y dominicanas, “tratando de corregir y prevenir estas cosas que ofenden a nuestro Señor y envilecen y arruinan nuestra condición humana”.

Los obispos dijeron que a través de cartas pastorales, mensajes y otros documentos, la Conferencia del Episcopado llama continuamente a la sensatez para que los dominicanos “enderecemos nuestros pasos en la dirección del amoroso Creador y Padre de todo lo que existe”.

“Baste, como muestra” – añaden–, “el mensaje titulado “Desde la proximidad de nuestra gente”, de febrero del 2010, “en que afirmamos que la verdad es que la vida ha perdido entre nosotros su grandeza e inviolabilidad”.

Citaron que en esa ocasión expresaron su estremecimiento por “el número creciente de personas muertas violentamente por ajustes de cuentas, por violencia de género, por problemas internos en el mundo de la droga, por imprudencias en las carreteras o avenidas y por la presencia entre nosotros de sicarios asalariados y hasta por suicidios¨.

Y exhortaron nuevamente que todos debemos hacer de este país un pueblo de gente que trabaja por la paz, a quienes el Señor llama ¨dichosos¨, felices, ¨porque ellos serán llamados hijos de Dios¨.

Pidieron a todos que no cultiven la violencia, incluida la verbal, para que no tenga que decirse de nosotros: ¨siembran vientos y cosechan tempestades¨, como cita el profeta Oseas.

Finalmente, los jerarcas católicos pidieron a todos que revisen su conducta personal e institucional, y “vean si en verdad somos gente de paz o si por el contrario somos sembradores de violencia”.

Enviaron un saludo al pueblo dominicano y a todos los agentes de pastoral de las diócesis que dirigen, y les recordaron que en sus reflexiones sobre la gran labor que realizan, oraron por el éxito de cada uno, lo que es motivo de alegría para toda la Iglesia.

Los demás miembros firmantes del Consejo Permanente son Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, vicepresidente; Ramón Benito De la Rosa y Carpio, miembro; José Dolores Grullón Estrella, miembro; y el padre Francisco Antonio Jiménez Rosario, secretario general.

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