Por Agencia DPA
Washington-. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, despidió la semana con lo que su equipo considera como dos claras victorias en política exterior.
Por un lado, el mandatario anunció que los esfuerzos militares en Irak terminarán pronto y, por otro, la muerte del ex líder libio Muamar al Gadafi también podría ser vista como una reivindicación de la política de la OTAN y la ONU en el país asolado por la guerra.
Así se desprende de las declaraciones del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, después de que las imágenes de Gadafi muerto comenzaran a circular en televisión.
"La OTAN lo hizo bien: Gadafi, de una forma u otra, se ha ido, y esté vivo o muerto, la población libia se ha librado de un dictador y... tiene una oportunidad", señaló.
Pero pese a las promesas de Obama de retirar sus tropas de Irak antes de Navidad, la política exterior del presidente no será motivo para muchas celebraciones políticas de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2012: la crisis económica, con una tasa de desempleo del 9,1 por ciento y un crecimiento estancado, lleva demasiado tiempo haciendo mella en las mentes de la mayoría de votantes.
"Los estadounidenses están muy centrados en la economía porque (...) es la prioridad número uno para ellos y para su presidente", respondió el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, cuando fue preguntado por qué el mandatario no hacía más campaña sobre sus éxitos en política exterior.
Hace unos meses, después de que Obama consiguiera un discutible logro mayor al ordenar la misión que acabó con la vida del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, la caída de su popularidad en las encuestas apenas mejoró por un tiempo.
El sondeo más reciente de Gallup revela que el 50 por ciento de los encuestados desaprueba su labor, y un genérico candidato republicano lo superaría en popularidad, aunque el demócrata sale ganando en los cara a cara con rivales concretos.
Por otro lado, el anuncio de la retirada de Irak supone un nuevo argumento para los republicanos de línea dura, que sostienen que el país mesopotámico no está preparado para la salida de soldados estadounidenses y ésta podría tener como consecuencia un vacío de seguridad en una región clave. Queda por ver qué impacto tendrá la iniciativa sobre el terreno del volátil Irak.
"La pregunta inevitable es si esta decisión es el resultado de un cálculo político desnudo o, simplemente, de la ineptitud en las negociaciones con el gobierno iraquí", cuestionó el postulante republicano Mitt Romney.
Pero aunque los aspirantes republicanos critiquen la actuación de Obama en Irak, hace tiempo que sus campañas están centradas en la economía. El propio presidente también se ha concentrado en intentar promover su plan de empleo de 447.000 millones de dólares, que se enfrenta a la oposición republicana en el Congreso.
"El presidente será juzgado por su actuación como presidente, y eso incluye el cargo de comandante en jefe", dijo el portavoz Carney. "Lo único que, en mi opinión, merece la pena subrayar -y con esto me refiero a política exterior, interior y nacional de seguridad- es que este presidente ha tomado una serie de decisiones muy difíciles."
Pero los datos del sondeo de Gallup señalan que, si no se produce un cambio en la manera en que la población ve la economía, esas decisiones difíciles no servirán de mucha ayuda a Obama en las urnas.
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