KIGALI, Ruanda.- Este lunes, fue condenado a cadena perpetua el periodista ruandés Bernard Hategekimana, acusado de incitar al genocidio de integrantes de la etnia tutsi a través del periódico Kamarampaka. La sentencia fue dictada a través de una gacaca, tribunal de tradición ruandesa en el cual los sabios resuelven los problemas sentados en la hierba.
Bernard Hategekimana, ex director del periódico ruandés Kamarampaka, fue condenado este lunes a cadena perpetua por incitar al genocidio del año 1994 en el país africano de Ruanda, donde murieron al menos 800 mil personas, la mayoría de ellas pertenecientes a la etnia tutsi.
Según se especifica en la sentencia, el periódico Kamarampaka publicó unos artículos donde llamaban a los ciudadanos pertenecientes a la etnia hutu a matar a aquellos que eran de origen tutsi, sostuvieron representantes de Derechos Humanos durante el juicio.
Adicionalmente, Hategekimana mandaba mensajes de odio hacia los tutsi a través de la cadena Radio Rwanda, la cual el también dirigía.
El ex comunicador social se le acusó, igualmente, de levantar una alcabala en una carretera del Kigali, capital de Ruanda, punto en el cual murieron muchos integrantes de la etnia tutsi.
Luego de depuesto el régimen que acabó con la vida de ciento de miles de tutsis en el año 1994, Hategekimana se exilió en la República Democrática del Congo (antigua Zaire) pero regresó a Ruanda a finales de los noventa.
La forma como se han realizado los juicios en contra de los acusados de genocidio ha sido mediante gacacas, que, según la lengua ruandesa, era un tipo de procesos en donde los sabios del pueblo se sentaban en la hierba a resolver los problemas, y este tribunal tiene la potestad de aplicar penas de cadena perpetua.
Por su lado, los máximos responsables de la matanza han sido enjuiciados y condenados en tribunales clásicos.
Ruanda es una nación ubicada en la región central del continente africano y limita con Uganda Tanzania, la República Democrática del Congo (ex Zaire) y Burundi.
El 80 por ciento de su población pertenece a la etnia huto mientras que el resto es de origen tutsi.
El genocidio en Ruanda comenzó en abril de 1994 luego de la muerte, supuestamente accidental, del presidente hutu, Habyarimana, lo cual desató una ola de odio que desembocó en los asesinatos masivos.
Según entendidos en el tema como Linda Melvern, el genocidio en Ruanda fue planificado con antelación puesto que se efectuó la compra masiva de machetes antes de los acontecimientos.
La estudiosa también sostiene que el gobierno francés estuvo involucrado en la masacre debido a que se sabe que había 47 oficiales de alto rango insertos en el ejército ruandés en el momento.
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