domingo, 23 de mayo de 2010

Sargento de la Policía hiere de tres disparos a ex mujer y luego se suicida

Xiomara Ramírez
Santo Domingo

Un sargento de la Policía Nacional se suicidó luego de herir de gravedad a su ex mujer porque ella no quería reconciliarse con él, en un hecho ocurrido en los alrededores del destacamento de Villa Francisca, frente al parque Enriquillo de la capital.

Isidro Durán hirió de tres disparos a su ex mujer María Frank y luego se suicidó disparándose en la sien.

Frank recibió un impacto de bala en el tórax, otro en muslo derecho y un tercero en el antebrazo derecho con fractura de radio.

La dama se encuentra en estado delicado pero estable, según informó la doctora Paloma Peralta, médico de turno en la sala de emergencias del hospital Luis Eduardo Aybar, adonde también fue llevado el cadáver sargento Durán.

Narró con gran dificultad en su lecho del centro asistencial, que recibía constantemente maltratos físicos y psicológicos de su ex marido, quien la amenazaba con matarla y luego quitarse la vida, si ella no regresaba con él.

Frank informó que el pasado 8 de mayo incluso tuvo que amanecer en el destacamento de Invivienda, debido al asedio en que la mantenía Durán.

“Yo estaba discutiendo con él, me estaba agrediendo, le dije que quería ir al colmado, que tenía hambre, porque si le digo que me voy me va a pagar, que me dé dinero para hacer cena y aproveché y fui al destacamento, y le dije a los policías si me podia quedar y le explique, me dijeron que me calmara, que me quedara ahí, pero no hicieron nada”, precisó.

Al igual que en otros casos de acoso y maltrato a mujeres las autoridades no hicieron nada para evitar la tragedia, pues la señora dice que su agresor fue a buscarla al destacamento y los policías solo le advirtieron que no le pegara, porque él sabia que se lo podían meter preso.

Frank es dominicana, pero sus padres son haitianos. Se desempeña como trabajadora doméstica y procreó una niña de cuatro años, con su ex marido Durán.

Acompañada por una amiga y su comadre en el hospital Aybar, con tristeza dice que esto era la crónica de una muerte anunciada, ya que sus familiares y amigos sabían la situación y nadie hizo nada para poder evitar el fatal desenlace.

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