SANTO DOMINGO.-El arzobispo de Cabo Haitiano y presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Louis Kebreau participó en un encuentro con decenas de estudiantes haitianos del campus de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en el marco del cual se abogó por la reconstrucción digna y humana de la vecina nación.
Kebreau refirió que a su juicio más de 500 mil haitianos perecieron victimas del sismo que afectó ese país el pasado 12 de septiembre. Manifestó que a más de un mes de la ocurrencia de la tragedia aún continúan encontrándose cadáveres debajo de los escombros.
"Rechazó categóricamente que el temblor haya sido un castigo de Dios, más bien el terremoto servirá para un cambio de mentalidad del pueblo haitiano y contribuirá a que reflexionemos sobre el sentido de la vida" afirmó monseñor Kebreau.
En el encuentro, el dignatario eclesial haitiano expresó que la Iglesia Católica perdió a muchos de sus representantes en el terremoto, entre los cuales destacó a 16 seminaristas y un sacerdote que murieron al desplomarse las instalaciones de dos seminarios en Puerto Príncipe.
Consideró que la magnitud del daño del seísmo fue mayor en vista de que la capital haitiana estaba construida para acoger 100 mil habitantes y que al momento de ocurrir el terremoto era habitada por más de 3 millones de personas en medio de construcciones anárquicas y sin un plan de desarrollo urbano.
"Todo está por el suelo" con esas palabras monseñor Kebreau, con la voz entrecortada, describió el panorama de desolación y penuria que se vive en la actualidad en Puerto Príncipe.
Hablando en un fluido español, el arzobispo Kebreau dijo que a partir del terremoto han emergido notables manifestaciones de unidad y solidaridad con el pueblo haitiano, al tiempo que agradeció el respaldo y la ayuda que ha brindado la República Dominicana a Haití.
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