LA VALETA, Malta/AP.-- Durante una visita a Malta, el papa Benedicto XVI se reunió el domingo con víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos y dijo que la iglesia católica hará todo lo que sea posible para traerles justicia y salvaguardar a los niños.
Diez hombres que aseguran que sufrieron abusos por parte de sacerdotes hace décadas dijeron que deseaban reunirse con el Papa en la isla al sur de Italia, una nación muy católica que fue sacudida por el escándalo de abusos sexuales por parte de sacerdotes en todo el mundo.
Los 10 hombres malteses dijeron que sufrieron abusos por parte de cuatro sacerdotes en un orfanato católico. Dijeron a los diarios locales el domingo que irían a Roma si Benedicto XVI no tuviera tiempo de verles allí.
El Vaticano dijo que Benedicto XVI expresó su pena y su dolor por lo que los hombres sufrieron.
Momentos antes, al abrir una misa al aire libre encabezada por el Benedicto XVI, el principal arzobispo de Malta dijo el domingo que la iglesia católica debe reconocer "los fallos y pecados" de sus miembros.
El arzobispo Paul Cremona inició la misa cerca del mar diciendo: "No podemos amarrarnos al modelo de la Iglesia al que nos hemos acostumbrado durante décadas".
No mencionó de forma directa el escándalo, pero dijo que la "iglesia ha de ser lo suficientemente humilde como para reconocer los fallos y los pecados de sus miembros". Benedicto XVI escuchaba, sentado cerca en el altar.
El Papa no hizo referencia directa a los escándalos. Dijo a los malteses que no perdieran su fe, a pesar de las tentaciones de la sociedad moderna.
"Muchas voces intentan persuadirnos para que dejemos de lado nuestra fe en Dios y su iglesia", advirtió.
También advirtió en contra de quienes creen que "la tecnología avanzada de hoy puede responder a todas nuestras necesidades y salvarnos de todos los peligros que enfrentamos", dijo. "Pero no es así".
A la misa acudieron hasta 10.000 personas, según las autoridades eclesiásticas. Miles de personas más acudieron a ver al pontífice a lo largo de sus rutas en el papamóvil antes de que regresara a Roma por la tarde del domingo.
El viaje a la isla es el primero que realiza el pontífice desde que el escándalo de los abusos que ha sacudido a la iglesia católica resultó obvio y amenazó con sepultar su papado.
Benedicto XVI ha sido acusado por grupos de víctimas de formar parte de la jerarquía eclesiástica que encubrió los abusos cuando era arzobispo en Alemania y después cuando estaba a cargo de la oficina de moralidad del Vaticano. Los grupos exigen que asuma la responsabilidad del escándalo por el Vaticano como institución.
Diez hombres que aseguran que sufrieron abusos por parte de sacerdotes hace décadas dijeron que deseaban reunirse con el Papa en la isla al sur de Italia, una nación muy católica que fue sacudida por el escándalo de abusos sexuales por parte de sacerdotes en todo el mundo.
Los 10 hombres malteses dijeron que sufrieron abusos por parte de cuatro sacerdotes en un orfanato católico. Dijeron a los diarios locales el domingo que irían a Roma si Benedicto XVI no tuviera tiempo de verles allí.
El Vaticano dijo que Benedicto XVI expresó su pena y su dolor por lo que los hombres sufrieron.
Momentos antes, al abrir una misa al aire libre encabezada por el Benedicto XVI, el principal arzobispo de Malta dijo el domingo que la iglesia católica debe reconocer "los fallos y pecados" de sus miembros.
El arzobispo Paul Cremona inició la misa cerca del mar diciendo: "No podemos amarrarnos al modelo de la Iglesia al que nos hemos acostumbrado durante décadas".
No mencionó de forma directa el escándalo, pero dijo que la "iglesia ha de ser lo suficientemente humilde como para reconocer los fallos y los pecados de sus miembros". Benedicto XVI escuchaba, sentado cerca en el altar.
El Papa no hizo referencia directa a los escándalos. Dijo a los malteses que no perdieran su fe, a pesar de las tentaciones de la sociedad moderna.
"Muchas voces intentan persuadirnos para que dejemos de lado nuestra fe en Dios y su iglesia", advirtió.
También advirtió en contra de quienes creen que "la tecnología avanzada de hoy puede responder a todas nuestras necesidades y salvarnos de todos los peligros que enfrentamos", dijo. "Pero no es así".
A la misa acudieron hasta 10.000 personas, según las autoridades eclesiásticas. Miles de personas más acudieron a ver al pontífice a lo largo de sus rutas en el papamóvil antes de que regresara a Roma por la tarde del domingo.
El viaje a la isla es el primero que realiza el pontífice desde que el escándalo de los abusos que ha sacudido a la iglesia católica resultó obvio y amenazó con sepultar su papado.
Benedicto XVI ha sido acusado por grupos de víctimas de formar parte de la jerarquía eclesiástica que encubrió los abusos cuando era arzobispo en Alemania y después cuando estaba a cargo de la oficina de moralidad del Vaticano. Los grupos exigen que asuma la responsabilidad del escándalo por el Vaticano como institución.
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