NUEVA YORK._ Tres hispanos fueron arrestados y acusados por la policía de ser los autores de los asesinatos de dos jóvenes y causar heridas a un tercero, durante una trifulca escenificada en la plataforma del tren 2 entre las calles 14 y Christopher.
Luego de una intensa búsqueda de cuatro días, las autoridades anunciaron ayer la captura de Brendy García de 19 años de edad y residente en Brownsville (Brooklyn), Franklin Varela (21) residente en Inwood del Alto Manhattan y Diógenes Hernández (21) con domicilio en Wood Haven (Queens).
Las víctimas, que los investigadores creen fueron ultimadas por García, quien manejó un filosofo cuchillo para el ataque, son Ricardo Williams y Darnell Morel de 24 años cada uno, quienes fueron asesinados a puñaladas, después que uno de ellos - según el amigo de las víctimas - lanzó una bolsa de basura a través de la puerta abierta del tren y la que rozó el cuerpo de García.
El matador, dicen las autoridades, reaccionó con una ira incontenible y entró al vagón en el que viajaban las víctimas, que iban acompañados por el otro herido y seis amigos más, a los que atacó de inmediato a puñaladas, pese a que trataron de disculparse.
Las capturas de los acusados, fue posibilitada gracias a un despliegue masivo de afiches policiales con el retrato hablado de García. El tren se dirigía a Brooklyn, pero fue detenido en la parada de la calle Christopher y la calle 14, donde paramédicos y policías, hallaron en un charco de sangre a los jóvenes agredidos.
Versiones de la escena indican que dos grupos de revoltosos se enfrentaron en la sangrienta pelea, que incluso fue grabada en videos de celulares de curiosos que fueron espectadores de la misma. Algunos medios difundieron las imágenes en sus páginas Internet.
Luego de ese hecho, los neoyorquinos criticaron acremente la falta de funcionamiento de miles de cámaras de seguridad en el tren subterráneo, más de 4,000 en total, pero de las cuales sólo funciona la mitad. La Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) anunció que 900 de esos aparatos, serían reemplazados en los próximos días.
En el sistema de trenes por debajo de la tierra, la comunicación celular tampoco funciona y de los cientos de teléfonos públicos colocados en las estaciones, el 90% está inservible.
Las muertes de los jóvenes, podría forzar a un cambio en la comunicación subterránea de la ciudad. La vigilancia policial y de oficiales de la MTA también escasea y como esa entidad ha cerrado cientos de casetas de ventas de tarjetas, tampoco se pudo avisar a tiempo a las autoridades sobre la refriega, con lo que se pudieron haber salvado dos vidas.
García, Hernández y Varela fueron arrestados y acusados en el cuartel 6, después de una declaración del primero de que había participado en la pelea. Dijeron a los detectives que abordaron el tren, borrachos y que actuaron en defensa propia para “defender” sus vidas, amenazadas por el grupo que acompañaba a las víctimas.
La policía dijo que todos estaban bebiendo alcohol, incluso en el tren, pero un amigo de los muertos ofreció una versión muy diferente, diciendo que el asesino fue golpeado accidentalmente por la bolsa de basura, mientras la policía determinó que recibió un botellazo, lo que provocó su ira.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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